por El programa vive nuevos aires. Uno de los culpables, Jorge Núñez Motes, se encamina temprano a los estudios de CMKS. Por suerte, le queda a unos pasos. Él pone la voz y pone el carisma, él escribe Identidad. Y todo el colectivo se da a la tarea de honrar ese nombre, de enlazar la aldea, el país y el mundo en esa hora radial.
No me conformé con escucharles, no. Hoy que he vuelto por enésima vez a la aldea de Boti, he decidido entrar al estudio. Me senté del lado de acá del cristal, junto a la directora del programa, la experimentada Elba Hortensia Mestre González y al operador de sonido, Eddy Rosaball Fernández. La conexión se advierte hasta en las miradas.
De pronto, me convierto en un improvisado asistente. Atiendo la llamada de la actriz Corina Mestre, antes de la entrevista. Me regocijo al recibir el mensaje de un fiel oyente del programa, que felicita la emisión. Siempre dicen que la radio es una familia, y dicen bien.
Escucho atento al crítico y escritor Risell Parra Fontanilles que nos introduce en el universo del libro en su sección “Leyendo y conversando”. Me detengo en el comentario de Juan Carlos Vallinas, especialista de cine en el territorio, quien sigue demostrando que la radio es la gran pantalla, durante sus intervenciones para hablar del séptimo arte.
Las redes anuncian cada vez de que tratará el programa, que también puede escucharse vía Internet desde cualquier lugar de este mundo nuestro.
Los premiados del año, un festival que se aproxima, el eco de un acontecimiento, una publicación emblemática. Nuevas miradas a la cultura guantanamera, el elogio oportuno, la crítica autorizada, las voces que llegan, los imprescindibles… Y por supuesto, una producción musical de altura es el hilo que teje la emisión.
Poco antes de escribir estas líneas, comparto la alegría de que a su conductor y guionista, Jorge Núñez Motes, le han conferido la condición de “Maestro de radialistas”.
La reconocida periodista Martha Reyes destaca que “antes de ser el crítico de arte que es y el presidente de la Uneac, formó parte del equipo de guionistas de nuestra planta desde los años 80, convirtiendo los programas a su cargo, en espacios para reflexionar, enriquecer la cultura, enseñar a ver y sentir más allá de lo provinciano”.
Identidad demuestra que el arte radial puede abordar temas culturales, sociales, históricos o de otra índole con profundidad, con elegancia y autoridad, sin confundir sobriedad con densidad, sin limitantes geográficas. Sin estridencias, pero con conciencia.
Los domingos, la radio guantanamera tiene una cita con las esencias. A mí me parecía que era demasiado temprano; pero ya voy sintonizando Identidad. Silencio, que son las ocho…
