He leído emocionado por un post de Nelson Simón (que afirma haber crecido «tres veces» con ella), que Nersys Felipe es Premio Nacional de Radio 2023. Y tengo que contar un pasaje pequeñito, que bien podría llamarse HUMILDAD.
Era mi primera vez en Pinar del Río. Había atravesado la niebla, el soplo de Dios, su aliento, como dijera alguna vez La Loynaz. Había recibido el Premio Hermanos Loynaz de poesía con el libro «Poemas del lente», y la felicidad era yo. Al agradecer a los jurados y a los organizadores, al dirigirme a los allí presentes, empecé a hablar de la radio. No sé cómo empezó aquello, pero sí como terminó.
Al concluir mi breve intervención, vi avanzar a un mujer pequeña de cabello blanco… Felicidades, me dijo, con una voz queda, musical. Lo que más me alegra, lo que más le agradezco… es que usted haya hablado de la radio, porque yo soy de allí.
Fue más, mucho más, que la memoria lamentablemente ha extraviado. Lo que no se me va, es como le brillaban los ojos.
Aquella dama era Nersys Felipe. Sí, ella, la mismísima de «Cuentos de Guane» y de «Roman Elé», la que ha demostrado con su amor irreductible hacia su terruño pinareño, con su feraz creación, que Cuba no acaba en La Rampa.