Carlos Estrada, padre fundador de la Radio en Cuba

Manuel Andrés Mazorra, Premio Nacional de Radio en 2012, título que también recibiera el ingeniero Estrada hace una década, lo califica como «un hombre que fundó y consolidó una época en la radio; sencillo como vivió y como murió».

«A través de la Radio, apoyó todos los cambios de los primeros años de la Revolución, pero también en las épocas más duras de los años 60, el período especial y el recrudecimiento del bloqueo económico impuesto a Cuba. Gracias a su empeño y trabajo como Director Técnico de la Radio Cubana se pudo lograr, en gran medida, la reconstrucción del Instituto Cubano de Radiodifusión (ICR). Es que para él no había imposibles, todo tenía solución cuando prácticamente no había piezas de repuesto para los equipos. Fue un gran innovador», continuó Mazorra.

Cuentan que Carlos Estrada, cuando entraba al estudio 1 de Radio Progreso, daba dos palmadas y sabía dónde encontrar los problemas de sonido. Así lo confirma Andrés Mazorra: «No solo lo debemos recordar como técnico, sino también por sus amplios conocimientos de la acústica. Era un especialista del sonido».

A más de cincuenta años del triunfo revolucionario en 1959, algunos no olvidan aquella anécdota que demuestra el valor de este apasionado de la radio. «Cuando Batista huyó, había que dar la noticia, pero cada estudio estaba custodiado por los guardias del tirano, y Carlos logró burlarlos, y sacar al aire la alegría de la victoria definitiva de la Revolución», explica Josefa Bracero en una entrevista que publicó en el Portal de la Radio Cubana.

De la sabia de Carlos Estrada bebieron muchos profesionales que hoy garantizan que la señal sonora de la Radio llegue a todos los cubanos y gran parte del mundo. Su fuente inagotable de sabiduría alumbra a todos los que fueron sus alumnos y que hoy se vuelven maestros de otros.

«Hasta el momento de su jubilación fue una de las personas que más aportes hizo, desde el punto de vista tecnológico, a Radio Habana Cuba en particular y a la Radio Cubana en general. Le estaremos por siempre agradecidos, por ser formador de varias generaciones de técnicos e ingenieros, uno de profesionales de mayor conocimiento del país en la instalación, mantenimiento y explotación de emisoras de radio, y por reimpulsar el desarrollo de las nuevas tecnologías, entre ellas, la primera matriz de conmutación, controlada a través de una computadora», explicó Calixto Rodríguez Machado, actual Director Técnico de la Radio Cubana.

Al momento de su fallecimiento, este 30 de Julio y a los 96 años de edad, Carlos Estrada vivió en el apartamento 321 de la Calle D del Vedado capitalino. Hasta allí se acercó el Portal de la Radio Cubana para conocer la opinión de una de sus vecinas más queridas, la actriz cubana Gladys Zurbano, la «mamá dolores» de la novela «El derecho de nacer»:

«Él era jefe de mi marido, Pablo Nieto – también electricista – y cuando nos mudamos aquí comenzamos una amistad muy bonita, porque además de vivir próximos, éramos compañeros de trabajo. Aquí todo el mundo lo quería porque era bueno con todos. ¡Era un dulce chica!» , exclamó.

Gladys recuerda que en ocasiones estaba sentada en la sala de su casa y de pronto llegaba Carlos o llamaba por teléfono a preguntarle: ¿Puedo ir a conversar un rato? Y así se pasaban la tarde rememorando sucesos que marcaron el desarrollo de la radiodifusión cubana, cosas del trabajo, la profesión y hasta compartían secretos familiares. «Fue una persona exquisita y, a pesar de la edad, cumplía con todos y todas las actividades del barrio. Inspiraba respeto, y en mi hogar tenía toda la confianza».

Otros, como René Martínez, Director Técnico de Radio Habana Cuba, agradecen a este grande de la Radio Cubana su entrada al medio: «Entré con solo 23 añitos y hoy tengo 76 y te aseguro que todo lo que sé, lo debo a él. Era de buenas relaciones humanas y también muy exigente para el trabajo; un hombre decente, responsable, y con unos conocimientos sobre radio nacional e internacional increíbles.»

De las muchas historias que narra René Martínez, estuvo aquella donde tenía que instalar, bajo la supervisión y ayuda de Carlos, un transmisor para Radio Rebelde en Pinar del Rio y otro en Colón. «Recuerdo que había una relación tan fraternal entre las brigadas, que competíamos a ver quién los terminaba de montar primero. En 15 días logramos hacer todo el montaje. Como jefe nos estimulaba su entrega incondicional, tanto al trabajo como a cualquiera de nosotros, y también su inteligencia, presta a enseñar sin miedo a ser superado».

«Era realmente muy meticuloso. Se encargaba con mucha paciencia y sabiduría de que los parámetros técnicos de los equipos tuviesen las mismas condiciones para las que fueran concebidos: ganancia, distorsión y la relación ruido que se mide en todos los mecanismos de audio» destacó René luego de exclamar: ¡Fue mi gran profesor!

Arnaldo Coro tampoco olvida las enseñanzas de quien calificaría como «el maestro de maestros»: «No por esperada, debido a su avanzada edad, ha dejado de causarme gran tristeza la muerte de Estrada, quien nos duró más que Jorge Inclán, Eugenio Jiménez y otros de los revolucionarios técnicos de la radiodifusión cubana, que formaron a generaciones de técnicos en la Radio de hoy, con su conocimiento y el ejemplo de su actitud ante la vida».

Emocionado, el profesor Coro afirma: «Desde ahora sugiero que la Orden al Mérito Técnico de nuestro Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) lleve, desde aquí en adelante, el nombre del Ing. Carlos Julián Estrada Castro, como homenaje póstumo a este padre fundador de la radio revolucionaria.»

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