Doris Amelia: Con el alma en la radio

Se reconoce como cienfueguera al 100%, y que tiene la edad que representa. Cuando le pedí su fecha de nacimiento me respondió que a las mujeres no se les pregunta eso. Fueron las primeras palabras que para esta entrevista pronunció Doris Amelia Era González, locutora, escritora, directora de programas e investigadora de temas históricos, quien este 22 de agosto figuró entre los galardonados con el Premio “Por la Obra de Toda la Vida”, concedido por su sostenido quehacer en la Radio Cubana.

Mencionar el nombre de Doris Amelia Era en Cienfuegos equivale referirse a toda una institución en el medio radiofónico. Radioyentes de disímiles generaciones en la Perla del Sur se han acostumbrado durante más de tres décadas a escuchar su voz y los programas que realiza diariamente. “Cinco en Punto en su Dial”, “Participe Usted”, “De mi Ciudad de Cuento”, “J. S. Veintiuno” y muchos más forman parte de cuanto crea y genera esta mujer que se caracteriza por ser tan capaz como multifacética en su cotidianeidad, lo mismo frente al micrófono que ante la máquina de escribir.

Une a sus dotes en nuestro medio, los de tenaz investigadora de temas históricos que le han valido premios y reconocimientos que ella ha sabido adaptar al lenguaje radiofónico para que no sólo sea la letra impresa el vehículo por el cual lleguen a miles de personas sus vigorosas pesquisas sobre la historia local y nacional.

Doris es nuestra compañera de trabajo a quien veo un día tras otro, sobre todo en las tardes cuando conduce la revista cultural “Entre un Hola y un Adiós”, y los jueves en la mañana para grabar su voz junto a la de Armando García en el espacio de efemérides “Sendero H”.

Mi decisión de conversar con ella quedó libre del más mínimo carácter protocolar; espontáneamente optamos por una plática informal como amigos y colegas, aunque con el propósito de publicar lo conversado…

Se impuso, claro está, una serie de preguntas que Doris respondió con su acostumbrada naturalidad, voz baja y siempre sonriente.

¿Cuándo y cómo sentiste tu vocación hacia la radio?

Desde que nací siempre escuché muchos programas de radio de diferentes emisoras y me gustaba mucho. A los cuatro años recité por primera vez en una emisora cienfueguera, en un programa que tenía mi padre (en la CMHJ). Lo recuerdo muy bien, pero nunca pensé que la locución sería mi profesión definitiva.

¿Cuáles fueron tus comienzos en el medio?

Comencé oficialmente el primero de octubre de 1968 a trabajar como discotecaria porque no había plaza de locutora, aunque había sido aprobada en una evaluación para este trabajo. Tuve que esperar más de dos años para desempeñar esta labor artística. Enseguida presenté a la dirección de la emisora varios proyectos de programas y todos fueron aprobados. Los escribía, dirigía y era su conductora de manera voluntaria. Cerca de veinte años escribí y dirigí programas sin remuneración porque era solamente locutora.

¿De qué manera vinculas tu labor de investigadora histórica con el quehacer en la radio?

Soy Licenciada en Letras (especializada en Lengua y Literatura Hispanoamericana y Cubana). Además de ser miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), por mi currículum como investigadora y escritora, investigo literatura, historia, lingüística aplicada a la locución y otros temas culturales y artísticos. Los vinculo muy bien porque me siento comunicadora, y la comunicación no solamente se realiza por medio del verbo sino también por la palabra escrita. Ambos deben llegar a los destinatarios, ya sean oyentes o lectores. Esa es mi razón de ser.

Tienes varios libros publicados, y también has resultado ganadora en varios concursos…

Cierto, hasta ahora he publicado los libros: “Crónica de una emisora: Radio Ciudad del Mar, 1936 – 1983”, “Cartas desconocidas de Máximo Gómez a Rita Suárez del Villar”, (ambos premios en el Concurso Primero de Enero), “Las cosas de Samuel” (dedicado a Samuel Feijoo), “Miguel Ángel de la Torre” (ensayo que fue Mención Especial en el Premio de la Ciudad), “Eduardo Chivás, el gran cívico (Mención en el Concurso 26 de Julio) y “La radio en Cienfuegos”. Como parte de un colectivo participé en el “Diccionario de Nombres Geográficos de Cuba”.

Este año aparecerá por la Editorial Mecenas “Aún crecen las siemprevivas”, biografía novelada de la patriota independentista cienfueguera Rita Suárez del Villar (Premio en el concurso nacional Siempre Marianas). Tengo otros libros inéditos, algunos premiados y otros no en diversos géneros como ensayo, biografía, testimonio, monografía, cuadernos de poesía y narrativa. He obtenido premios en concursos radiales, periodísticos, históricos, literarios e investigativos sobre lingüística aplicada.

¿Qué significa para ti el Premio “Por la Obra de toda la vida”?

Un compromiso para seguir creando a través de la comunicación radial y escrita, mientras tenga inteligencia y salud. Nuestros destinatarios se merecen lo mejor.

En tu opinión, ¿cuáles son las características principales que deben tener quienes hacen radio?

Mucho amor al medio y a los oyentes. Respeto a estos sobre todas las cosas y cultura que se logra a través de la lectura, el trabajo y la dedicación a la profesión.

Doris sigue siendo la misma, aunque cada vez más apasionada con su labor. Goza no sólo del reconocimiento en su colectivo de Radio Ciudad del Mar, sino en una comunidad compuesta por decenas de miles de personas que cada día reciben de ella algo nuevo, sea a través de su voz como por los guiones que escribe.

En la actualidad realiza un trabajo con niños y jóvenes que al tiempo que les forma en los encantos de la radio crea, para ellos, espacios donde pueden abrir sus horizontes y descubrir su vocación.

Sencilla, sonriente, disciplinada y puntual, Doris Amelia Era constituye un ejemplo de la mujer cubana de hoy que hace de su profesión su alma, y entrega su alma toda, a su profesión.

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