Radio Progreso por dentro: La mejor banda sonora del cine

Oscar Pupo Hernández encontró las primeras semejanzas del medio sonoro con el séptimo arte en la emisora Radio Camoa, del municipio San José de Las Lajas, al desempeñarse como realizador de sonido y musicalizador cuando aún era un adolescente.

“Lo que siempre me gustó fue el cine, pero como es tan difícil acceder a los medios, pues pensé entonces en la radio y de alguna manera quise acercarme a ella para hacer volar mi imaginación. Lo que sí nunca pensé fue que pudiera ganarme la vida como escritor de dramatizados, primero en Radio Arte y ahora, desde aproximadamente el año 2000, para Radio Progreso”.

Hoy Pupo es uno de los pocos jóvenes guionistas de los espacios dramatizados de la llamada emisora de la familia cubana.

¿Cómo te conviertes en escritor de libretos para dramatizados?

Es algo completamente empírico. Escribo por hobby. Fue cuando llegué a Progreso como realizador de sonido, que fue lo que hice al principio. Un día me di cuenta que de tanto leer libretos en la emisora, pues no me era difícil plasmar en un guión lo que tenía en mente. Mi primera obra la escribí hace diez años para el espacio aventuras con una serie de corte histórico, La gran aventura de la Humanidad.

¿Cómo evaluaron los asesores de la emisora ese primer guión?

Fue bastante bien acogido. Me dio mucho ánimo para seguir escribiendo. Hasta la fecha he finalizado dos seriados: La gran aventura… y Desde arenas enemigas. Ahora estoy redactando La leyenda de Prado, un proyecto que tenía engavetado hace mucho tiempo y lo desempolvé cuando se me dio la posibilidad de escribir más aventuras. Estimo que se comience a transmitir en el mes de abril.

¿Qué tipo de literaturas prefieres como lector?

Como autodidacta que soy, prefiero tener un conocimiento enciclopédico. Creo que para ser guionista hace falta siempre un poco de aquí, un poco de allá y no mucho de nada. Eso puede parecer un disparate, pero cuando vas a elaborar algo te percatas de que tienes muchos elementos en las manos para crear. Son trucos. Al menos los míos. De la literatura, la que más me atrapa es la autobiográfica porque la realidad es mucho más sorprendente que la ficción.

¿Cuáles son tus géneros preferidos dentro del drama?

Me encanta la fantasía, el horror, el policiaco.

¿Cómo prefieres estructurar dramatúrgicamente tus textos?

En radio, la estructura clásica adquiere otra dinámica, sobre todo aquí en Progreso con espacios como Clave 830 y Tu novela de amor. Puedes darte el lujo de crear una puesta como mejor te parezca, siempre y cuando mantengas el equilibrio dramatúrgico y atrapes la atención de los oyentes.

En mi caso, me gusta cambiarlo todo. Incluso, cuando escribo, el estilo de un capítulo no se parece a otro, aunque todos forman parte de la columna vertebral de la serie. No me gusta que los personajes sean parlantes. Si intervienen en un capítulo debo de alguna manera incorporarlos en otro momento del guión para retomarlos. Si no le aportan mucho a la historia, prefiero no crearlos.

¿Cuáles son las rutinas de trabajo de un joven escritor de dramatizados para radio?

Luego de que hayan sido aprobados la serie y el estimado de capítulos, comienzo a escribir y entrego los libretos una vez por mes. A veces escribo un capítulo sin saber cómo va a terminar. Durante la semana, trato de dejar un espacio para mí. Trabajo de lunes a viernes. Detesto escribir los fines de semana. El día que más hago termino tres capítulos, porque tal vez tenga muy claro lo que quiero hacer. Pero eso también es relativo.

¿Cómo es el proceso de creación del guión?

Es mágico. Como cuando te lees un libro. Le pones voz a los personajes. Creas las atmósferas. Uno trata de describirlo todo. Concibes un narrador, que sería como la cámara en cine o televisión. Además de los efectos. Y en la medida que avanza la trama, los personajes cobran vida. La historia cobra vida en sí misma. Llega un momento en que yo me dejo llevar porque se cuenta sola.

¿Qué tipo de interacción tienes con los oyentes de tus dramatizados?

La dinámica de nosotros los escritores está muy lejos de la escucha y a veces las referencias llegan a nivel de barrio. Esas las agradezco, pero no les doy mucho valor porque pudieran ser formales. Prefiero las opiniones de personas que no me conocen en lo personal.

¿Cuáles son tus retos cómo escritor?

En Progreso, escribir para el espacio policiaco Clave 830. Es un programa pilar dentro de la programación dramática de la emisora. Tiene un carácter universal que apela al misterio, al horror, al thriller, la fantasía.

¿Cómo se siente trabajar con tanta juventud en la meca del dramatizado radial cubano?

Aquí hay un gran nivel de profesionalidad. Es increíble. La comunicación es muy buena entre los jóvenes y los más experimentados. El asesoramiento es muy profesional. Aprendemos mucho. Aquí no hay asesoras que te dicen debes escribir así y es, precisamente, porque las caracteriza la experiencia, sabiduría y paciencia.

¿Piensas tú que Progreso tiene garantizado el relevo de los dramatizados?

En el departamento de la programación dramática han sido, históricamente, muy serios y exigentes con los profesionales que en él trabajan. A pesar de que muchos se han jubilado, en mi opinión, las generaciones precedentes que hoy laboran en la emisora y aquellas que están por entrar no afectarán la calidad que siempre los ha distinguido siempre y cuando mantengan los mismos índices de exigencia en la calidad.

Si te dieran la posibilidad de evaluar los proyectos que se presentan, ¿cuáles aprobarías?

Los más revolucionarios. Y específicamente, en cuanto a temáticas, preferiría las cotidianas de carácter nacional que cuenten historias didácticas, entretenidas.

¿Te gustaría dirigir?

Si me dicen que dirija un programa de Radio, me vuelvo loco. Prefiero hacer una película con todas las complejidades que implica, por las cuestiones de producción y grabación. Además, hay que estar muy bien preparado para realizar un programa dramatizado.

Otros proyectos para radio…

Para el espacio aventuras, pienso escribir otro libreto con el título Buscando a Laura, una historia protagonizada por unos muchachos de secundaria que descubren en el sótano de la escuela una historia alrededor del cortador de césped y todo se convierte en un mito.

¿Y en cuanto al sueño del mundo cinematográfico?

La radio me ha permitido madurar en muchísimas facetas. Recientemente me aventuré y realicé un corto junto a Sergio Pons con los mismos actores de la emisora: Jorge Rivera, Isaily Merino, Ketty Rodríguez, entre otros. Está basado en una historia real. Se llama El Ángel negro, una anécdota muy cubana y refrescante donde se narra sin caer en groserías. Pienso presentarlo en la próxima muestra de nuevos realizadores. Pero no te preocupes, hace muchos años comprendí que la radio es la mejor banda sonora del cine.

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