La zona montañosa de Cumanayagua, Villa Clara lo vio nacer, y Camagüey lo declaró con la condición Hijo Adoptivo donde desplego su labor profesional hasta su fallecimiento en abril de 2010.
La familia, la Revolución y la Radio fueron la razón de ser de Francisco, hombre sencillo, modesto y trabajador.
Fico, para sus más allegados fue un hombre de radio en toda la extensión de la palabra, una amplia labor como periodista, locutor, artista así lo avalan.
Quienes lo conocieron testiguan que siempre le fascinó el universo de la radiodifusión donde laboró por más de cincuenta años, alternando en ocasiones con otras responsabilidades. Desde sus años mozos animaba fiestas bailables hasta llegar a sentarse frente a un micrófono como locutor.
Fue también un excelente profesor, formador de varias generaciones de locutores, en su homenaje la catedra de locución de Camagüey lleva su nombre, inspiración y legado que ahora siguen niños, adolescentes y jóvenes.
En Radio Cadena Agramonte dejó su huella incansable en la revista de facilitación social “Meridiano», el programa más polémico de la cadena provincial.
Por ese quehacer radiofónico, Francisco Rivero Rodríguez fue merecedor de numerosas condecoraciones, entre ellas las medallas “Raúl Gómez García”, la condición de Artista de Mérito de la Radio Cubana y en el 2008 le fue conferido el Premio Nacional de Radio para reconocer su fecunda obra.
Este maestro de la palabra quiso que lo recordaran como lo que fue: un revolucionario, un hombre que tuvo el privilegio de ver y vivir el surgimiento de la sociedad nueva socialista, simplemente como un cubano., y así está en la memoria de quienes lo conocieron.
Editora. Carmen Torres Laffita