El buen corazón de «Pancho cascarrabias»

Pero un día probó la realización del sonido y le fue tan bueno a su paladar que decidió para siempre comer de ese bocado cada día.

Pancho siempre ha tenido obsesión por los programas informativos, y ya se pierde la cuenta de los años que lleva como realizador de sonido del noticiero Impacto, el espacio estelar de Radio Victoria, emisora provincial de Las Tunas, aunque desde que llega cada día a la 1:00 de la tarde tiene que lidiar con los periodistas que no solo quieren grabar o realizar algún material para el noticiero, sino para cualquier otro espacio, y entonces él, entre pleitos lo hace, a regañadientes, aunque en verdad lo que trata es de defender su tiempo para el noticiero.

Pancho parece que nunca tiene apuro, y su calma para todo a veces desespera, pero él, con su paso lento, llega a donde los demás, y sugiere, rectifica y busca el sonido adecuado para cada género periodístico y su labor es segura.

Cuando Radio Victoria se digitalizó, él fue uno de los realizadores que más tiempo le costó adaptarse al cambio por lo analógico, pero se adentró en el estudio del sonido digital y cada día se comía los secretos de la máquina, hasta que logró el dominio de los editores de sonido.

Aun cuando a veces parece lejano del lugar físico que ocupa en el estudio de grabación y edición del Departamento Informativo, Pancho está al tanto de lo que graba cada periodista y corresponsal, y en la grabación  rectificar una palabra o frase mal dicha, un error lingüístico o de concepto sobre un determinado hecho.

Por su manera de ver la vida y de actuar, por su carácter peleón, algunos lo llaman Pancho Cascarrabias, pero solo en lo que al trabajo se refiere, porque como gente tiene un corazón generoso, y está siempre presto para ayudar a los demás en cualquier situación,  eso opaca con creces cada pleito, cada refunfuño, pues las buenas personas son grandes en su estatura espiritual, y cada día, Pancho es de los imprescindibles, no solo para ocupar su turno, sino el de Yusdel, su compañero de batería o de otro realizador que lo necesite, y su carácter nada tiene que ver con su nobleza y altruismo.

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