La Radio es también la vida de la camagüeyana Dilia Felipe Morales (+Audio)

Desde el surgimiento de la Radio Cubana,  los oyentes han sido parte inseparable de esta historia centenaria. Dilia Felipe Morales, tiene ochenta  años, y nació en el camagüeyano municipio de Sibanicú, en la zona El Edén, camino de La Vega, a seis kilómetros del ingenio Siboney. “Producto de que el terrateniente dueño de aquellas tierras, no nos dejaba pasar por sus propiedades, nunca pude ir a la escuela; además, en Siboney hubo escuela en el año 1956, antes no; pero mi mamá me enseñó a leer y a escribir en la casa. “Alguien le regaló un radio a mi papá, y eso fue un deslumbramiento; era la época de trasmisiónde la novela El Derecho de Nacer, en 1948, y los otros campesinos que no tenían radio, pues se nucleaban en casa para escuchar la primera novela radial; y otras veces iban para saber la hora o alguna noticias. “El día que se rompió aquel radio yo no me podía conformar,  tenía que  oir la radio; y mi hermano Bayardo Felipe, me hizo un radio de galena  y ponía  la antena en el cordel de la ropa; y eso con un par de audífonos, pero no me desprendía  ellos; y desde luego, aunque era muy pequeña, recibía las informaciones. “Cuando había palabras que yo no entendía, empezaba a preguntar el significado, hasta que mi tía se cansó  de explicarme y me regaló  un diccionario”. — ¿Cuánto significó entonces para  la niña Dilia Felipe, escuchar la radio…? “Eso me formó, y la gente decía, qué  inteligente es la hija de Félix; pero no, es que yo estaba informada; no había salido de mi casa, pero sabía que había un mundo exterior”. –¿Tenía posibilidad de oír Radio Rebelde con el radio de galena…? “Bueno, con el de galena no; pero cuando sale la emisora desde la Sierra, ya teníamos una  plantica y …

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El micrófono es un gran amigo

El «flechazo» de amor sucedió en la capital cubana, allá por 1969, cuando «escuchaba mucho Nocturno, y otros programas de Radio Cordón, de La Habana.»  Así comienza mi diálogo con Tomás Ernesto Martínez Robles, santiaguero por cuna, manzanillero por adopción, y para quien la radio es «una pasión permanente.»  Me atrajo la locución porque me imaginaba «cosas» y descubrí que los locutores me «descubrían» un mundo desconocido: el de la imaginación.  Años después, y mientras transcurría también en aquel escenario, su servicio militar, Martínez Robles o sencillamente, Ernesto hizo sus pininos en como conductor de festivales artísticos de aficionados de las FAR como declamador y más nunca se ha podido apartar de la radio. «Al concluir esa etapa regreso a la ciudad del Golfo de Guacanayabo, me incorporo a Radio Granma mediante un concurso y fue maravilloso estar y aprender de notables personalidades de esta especialidad. Continué mi formación y hoy escribo y dirijo varios programas.  – ¿Frente al micrófono existen «nervios»? –  «El buen locutor siempre, por una u otra razón, no deja de tener ese tipo de presión, de nervios por un momento álgido que se le presenta como leer una información «a primera vista» o que el director le diga: ‘presenta a fulano, director de tal cosa’.  «Aquí hay que hacer una improvisación clara, precisa; yo a los jóvenes siempre les digo que eso es comprensible porque para el locutor el micrófono es un gran amigo, pero te puede «jugar» muchas malas pasadas. Rigor, disciplina y pasión distinguen la  estatura artística de Martínez Robles en este medio de difusión masiva, del que es Premio Nacional 2018 (hasta ahora único en el antena granmense), Maestro de Radialistas y Arista de Mérito. «Un locutor tiene que transitar por todos los terrenos: el arte, la cultura, la política, la geopolítica; conocer cómo se …

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Resuenan jubilosas las voces de la cajita

«¡Esa cajita es del diablo!», gritó mi tatarabuela Hortensia al escuchar por vez primera las voces que salían de la radio telefunken, mientras sus nietos disimulaban la risa. Muy pronto se arrepintió la anciana de aquellas palabras porque la “cajita” se convirtió en su compañera. Cada familia tiene su propia historia, pero lo cierto es que el 22 de agosto de 1922, el espacio cubano fue surcado por ondas radiofónicas generadas desde su territorio. ¡Nacía la radio en Cuba! Con las vibrantes notas de nuestro Himno Nacional, interpretado por la orquesta del maestro Luís Casas Romero, se inauguró la primera emisora que transmitió en la Isla. Fue la 2LC propiedad de este músico cubano, capitán del Ejército Libertador. El primer suceso radiofónico de vanguardia fue la CMX, por los 1010 Khz, en la década del 40. Emergió como «La Voz radial de los revolucionarios cubanos». Aquellos valientes fueron los primeros que se arriesgaron para denunciar los desmanes del gobierno de turno. Sin pagar una sola actuación ante el micrófono, contó con la flor y nata de la actuación y de la música cubana. Sin duda, en la mágica cajita embotellaron ángeles, pues la voz de Bellita Borges identificaba a la planta. Fungía como director general y artístico, Ibrahím Urbino. Contaron con guionistas de la talla de Marcos Behmaras y Félix Pita Rodríguez; actores y actrices como Raquel Revuelta, Paco Alfonso, Amador Domínguez, y músicos estelares como: Adolfo Guzmán, Bebo Valdés y Facundo Rivero. Entre los cantantes: Elena Burke, Olga Guillot, César Portillo de la Luz, y toda la hornada del filin cubano de la época. Solo duró cinco años la 1010, las voces de la verdad y la justicia fueron silenciadas hasta el 24 de febrero de 1958, cuando salió al aire desde la Sierra Maestra, Radio Rebelde, fundada por Ernesto Che Guevara, con la voz jubilosa de …

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Más que musas ¡radialistas federadas!

Las mujeres cubanas no son musas expectantes que inspiran los acontecimientos de la nación, nosotras somos parte muy destacada en todo. Por ejemplo, las radialistas celebramos el centenario de la Radio Cubana este 22 de agosto y seguimos de fiesta hoy 23, porque se cumplen 62 años de la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas, nuestra organización. El primer homenaje es para la locutora guerrillera Violeta Casal, la voz femenina de Radio Rebelde en la Sierra Maestra, fundadora y activista destacada de la FMC. Su legado vive a través de mujeres consagradas, como esas colegas que hemos felicitado por estos días en sus redes sociales, porque recibieron distinciones como el Sello Conmemorativo 2022 y el Micrófono de la Radio Cubana, entre ellas Mileidys Martínez, de la Dirección General de nuestro medio; Ileana González, de Radio Reloj; Laslinda Mondeja, de la Dirección General de la Radio Cubana. Nuestra Radio Cadena Habana también se precia de tener excelentes radialistas federadas; la locutora Virgen Ojeda, esa voz profunda que nos identifica, merecedora del Micrófono de la Radio Cubana y Artista de Mérito de este medio, entre muchos otros reconocimientos. Dennys Medina y Mercedes Fernández, directivas de la Emisora y secretarias generales de las delegaciones de base de la FMC en sus barrios, también acreedoras de importantes distinciones. Las mujeres de la radio hemos afrontado peligros como huracanes, pandemia y el más reciente, el incendio de los supertanqueros de Matanzas donde reencarnaron heroínas en nuestras hermanas de Radio 26. Federadas radialistas de varias generaciones dan buena pelea en la línea de fuego de las redes sociales. A quienes estas nuevas tecnologías nos llegaron maduritas, aprendemos de la mano de las jovencitas y conquistamos los “me gusta” de no pocos seguidores en Twitter, Facebook, Ivoox, Instagram y YouTube. En este cumpleaños, ¡el 100!, merecen felicitaciones, de igual …

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