por En la historia patria, Revolución y cultura jamás han sido antagonistas.
Uno de los momentos más importantes del año fue la realización del tercer Congreso de la Asociación Hermanos Saíz de escritores y artistas, con el encargo de hacer prevalecer la lucidez, la vocación liberadora y el compromiso intelectual que definen al movimiento cultural en la isla.
Muy relevantes fueron la declaratoria de las parrandas de la región central de Cuba como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por acuerdo de la Unesco, y la condición de Ciudad Artesanal del Mundo conferida a Trinidad.
Auspiciado por el Centro Kennedy de Washington tuvo lugar en la capital estadounidense el Festival Artes de Cuba: De la Isla para el mundo, durante el cual la cultura cubana desplegó toda su potencialidad y riqueza, con exponentes como el Ballet Nacional de Cuba, de celebración por sus 70 años.
Los Grammys Latinos premiaron la excelencia artística de Chucho Valdés, y un disco del Septeto con José Alberto El Canario bajo el sello EGREM.
El trovador Silvio Rodríguez prosiguió con su gira por los barrios, y por escenarios cubanos pasaron Armando Manzanero, Gilberto Santa Rosa y Laura Pausini.
Mantuvieron sus expectativas los festivales internacionales de cine, ballet, jazz y circo; las ferias del libro y de artesanía; la Fiesta del Fuego, el festival de cine de Gibara, el de teatro de Camagüey, la Fiesta de la Cubanía y las Romerías de Mayo.