Es tiempo de salvar a la Revolución, no de darle la espalda (+Video)

En su blog Segunda cita, el cantautor Silvio Rodríguez, publicó: «Respecto a los excesos policiales, en primer lugar, por supuesto que los ha habido. Sin embargo, no me ha tocado ver un solo video que muestre el momento en que una manifestación pacífica es agredida por la policía. Puede que exista, pero yo no lo he visto. Siempre lo que se muestra es el momento de la violencia, nunca cómo empezó. Ayer mismo me llegaron unas imágenes de cuando la manifestación frente al Capitolio empieza a desplazarse hacia el Malecón. Es una panorámica tomada desde un balcón del hotel Inglaterra. Se ve a policías marchando a los flancos de la manifestación, pero no se nota agresividad física de ninguna de las partes. Tengo la impresión de que mucho de lo que hemos visto ha sido editado con mucha precisión, para mostrar lo que se ha querido destacar».

Al respecto de la llamada guerra no convencional que vive hoy la nación, el poeta camagüeyano Alejandro González Bermúdez, dijo a Granma: «Las redes sociales se han convertido, para el caso de Cuba, en una plataforma manipulada y programada milimétricamente para estimular o desestimular según convenga. Es obvia la procedencia de esa manipulación. Al mismo tiempo, el Gobierno cubano reitera la voluntad de diálogo, paz y consentimiento y ratifica la no contemplación con quien le agreda».

 El caricaturista Jorge Sánchez Armas afirmó: «Contra este pedacito de tierra que les hizo una Revolución socialista y la mantiene luego de más de 60 años, lo han probado todo, desde intentos de magnicidio, hasta la difamación y el terrorismo mediático, sin dejar de tener en cuenta los miles de cubanos muertos o mutilados o por ataques terroristas y los daños materiales, por sabotajes. Los hechos ocurridos son el resultado de una agenda muy bien estudiada y aplicada en otras naciones. Han aprovechado un momento muy difícil, además del bloqueo económico la administración Trump adoptó más de 200 medidas, creando una situación de desabastecimiento de todo tipo, a lo que se suma la crisis de la pandemia que ha desangrado no solo a Cuba, sino a todo el mundo. Los instigadores de estas reyertas en nada se diferencian de los bandidos del Escambray, de los mercenarios de Girón o de los terroristas de la Fundación Cubano Americana. Son la misma cosa con un fin común: destruir la Revolución».

Mercy Ruiz, premio nacional de Edición, manifestó su «indignación con esta nueva guerra para la cual los cubanos debemos estar preparados y defender la Revolución con todas las armas, las no convencionales y las convencionales», y enfatizó, «en este momento hay que tener convicciones firmes. El pueblo debe informarse sistemáticamente. Ello va a permitir que tengan armas con las que combatir. Los jóvenes necesitan más educación histórica, conocer los antecedentes de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, para que entiendan que Patria o muerte no es solo una consigna, sino una conducta consciente, firme».

Por su parte, el poeta Luis Paz Esquivel, director del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, expresó su sentir en redes: Somos de la misma cuna, / nos calienta el mismo sol, / somos de guaracha y rumba / laúd, maraca y bongó, / y nos encanta la yuca / con mojo, congrí y lechón. / Soy Cuba de son yoruba / de punto y de zapateo / ¡Que me quiten el bloqueo / Y van a ver quién es Cuba! / Con pueblos del mundo entero / compartimos pan y casa, / y enalteciendo el ejemplo / de esta tierra solidaria / con lo poco que tenemos / duplicamos la esperanza.

«Los tiempos que vivimos hoy en Cuba y fuera de ella, no son de consignas, sino de convicciones», advirtió Ulises Mora, fundador del proyecto de rumba Timbalaye. «Son momentos en los que juntos debemos contribuir a crear soluciones basadas en nuestra experiencia y aferradas a nuestras conquistas, con el fin de convivir en un ámbito inclusivo y de amplia participación social. Sabemos y conocemos las consecuencias del bloqueo inhumano impuesto por Estados Unidos y de su constante asedio. A pesar de ello, fuimos capaces de desarrollar vacunas contra la covid-19, haciendo tangible la forma más evidente de la esencia humana. Es ese un motivo más para reafirmar nuestra convicción de defender a Cuba desde cualquier confín del mundo. Nadie ha dicho que nuestra obra revolucionaria es perfecta, todos sabemos que hay mucho por hacer y rectificar, pero solo en un ambiente de paz, fraternidad y amor entre todos los cubanos avanzaremos con y sin bloqueo. Cuba es el resultado de nuestras gestas de independencia, la esperanza de un mundo mejor, la dignidad de un pueblo que no se doblega al chantaje del imperialismo ni a las más despiadadas e inhumanas de sus agresiones».

En su perfil de Facebook, el poeta Josué Pérez compartió sus impresiones sobre las recientes manifestaciones de violencia promovidas por la contrarrevolución, e hizo un llamado de atención a nuestros artistas e intelectuales.  «He leído las declaraciones, preocupaciones y llamamientos de artistas e intelectuales que se muestran muy preocupados por la violencia desatada en Cuba el pasado 11 de julio: ¿De dónde vino la violencia? ¿No fueron manifestantes violentos los que volcaron autos y patrullas, (…) quienes apedrearon un hospital pediátrico provocando el terror de los niños, (…)  saquearon y destruyeron tiendas, (…) lanzaron cocteles molotov y piedras, (…) gritaban linchamiento a los comunistas? ¿Esa parte incuestionable de los hechos no merece una fuerte postura de rechazo?

«¿Es el momento de ser manipulados, de pensar en sí mismos, de rajarse, de pedir aspiraciones, libertades, derechos, como si no se estuviera orquestando algo mayor, como si se tratara solo de un reclamo justo a la libre expresión? (…) ¿No creen que es el tiempo de salvar a la Revolución, no de darle la espalda?

«¿No creen que es el tiempo de evitar las masacres que no pudieron evitar los artistas e intelectuales de Yugoslavia, Iraq o Libia? (…) El fruto de la guerra no convencional: ¿terror y odio, bombardeos, desastre, saqueo, muerte de inocentes, es lo que quieren provocar en Cuba?».

 

 

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