por En los próximos días viviremos una de esas fechas, cuando el 19 de noviembre Cuba festeje el Día de la Cultura Física y el Deporte.
Entre los amantes del músculo y la actividad física anda siempre la satisfacción de contar con un sistema deportivo, en el cual la principal arma es el ser humano como portador de valores y no como una máquina de hacer medallas.
Coincidentemente con el natalicio de José Raúl Capablanca y las palabras finales del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a la primera plenaria de los Consejos Voluntarios Deportivos, la Isla celebra dentro de dos semanas la felicidad de combinar de manera acertada el deporte en dos aristas: como prevención de salud y como transformador del pensamiento.
Todo el tiempo del mundo para soñar
La obra de la Revolución en el deporte encuentra cada 19 de noviembre más capacidad de soñar.
El ajedrez en las montañas y como patrón directo para ensanchar el pensamiento en todos sus practicantes se ha levantado en los niños y jóvenes para siempre. Las instalaciones en el barrio, el batey y la comunidad más apartada dejaron de ser utopías hace ya unos cuantos años.
La Educación Física en todos los niveles de enseñanza dejó de ser privilegio de algunos para convertirse en paradigma de muchos. El talento profesional de esta actividad física se multiplica en función del desarrollo colectivo y se comparte solidariamente con otros pueblos hermanos.
El Día de la Cultura Física parecerá siempre pequeño para tanta obra inteligente. Pobres de aquellos que solo festejen por horas la emoción de muchos años.