por Concluía la década de los sesenta y se iniciaba el conocido período conocido como quinquenio gris.
Versiones estigmatizadas de las músicas anglosajonas y americanas se popularizaban a través del programa Nocturno, de Radio Progreso, y las interpretacions de la Orquesta Cubana de Música Moderna; surgidos ambos en 1976, dos años antes que La Esquina del Jazz.
Mientras, en ese propio 1969, el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC se daba a conocer con su fusión de géneros, entre los que no faltaba (por cierto) el de los negros norteamericanos.
Ese fue el contexto musical en que salió al aire La Esquina del Jazz, un programa que sin concesiones ha difundido lo más valioso y representativo de lo que aquellos años sesenta y setenta, algunos identificaron erróneamente con la música del enemigo que aún nos sitia y agrede.
Al empuje y permanencia de lo verdaderamente valioso en materia de cultura pudiera adjudicársele los cincuenta años de existencia de un programa dedicado al jazz, género hoy consolidado en la Isla a través de decenas de talentosos intérpretes y compositores; y protagonistas de dos festivales que le hacen honor: el Jazz Plaza y el JoJazz.
Pero es a la sabiduría de la dirección de la emisora y a la constante dedicación de los que a través de estos años han realizado el programa, a quienes debemos agradecer que, como aquel 21 de marzo de 1969, esta noche volvamos a escuchar La Esquina del Jazz, aunque muchos no adviertan el extraordinario suceso al que asistan.