Estaciones de Rebelde: Los miércoles de la diversidad

Mediante cartas, llamadas y correos electrónicos, las personas dan a conocer sus datos de localización, características y preferencia: chicos que buscan chicos, caballeros que quieren encontrar su compañera, oyentes que buscan ampliar su círculo de amistades…

Estaciones ha recibido en sus micrófonos el estilo de Betsy Acosta, Elizabeth Cuba, Virgen Ojeda y, por supuesto, Mercedes Cedeño. Hace un año, la locución corre a cargo de Yanet Forteza, cuyo desempeño no solo resulta hilo conductor del espacio, sino que se erige en punto de equilibrio entre las llamadas.

«Había tenido experiencias en programas de interacción con temas sobre el amor y la amistad, pero nunca uno donde se hablara de la orientación sexual. Ni me escandaliza ni me quita el sueño, siempre he respetado la orientación de cada quien, y profesionalmente he tratado de transmitir naturalidad sobre el tema: cero tabúes, cero estereotipos».

«Trato de que enfoquen la búsqueda en algo más que unos ojos claros, un gran cuerpo, una determinada procedencia geográfica (la capital / las provincias); sino en personas con las que puedan reír, llorar, intercambiar, aprender, acompañarse».

El espacio tiene cada noche una propuesta diferente: de la sicología a la literatura, la nostalgia musical, la promoción de «perfectos desconocidos» y el regalo de invitados de lujo, además de la música. El primer lunes de cada mes asisten especialistas del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

Todo el equipo es comandado hace un lustro por el carismático Manuel Ramírez Heras (Manolito), quien suma dos décadas de experiencia en el medio radiofónico. Su mano experta está ligada ahora mismo a otros programas informativos (Haciendo Radio) y dramatizados (Novela cubana), mas Estaciones le reserva un toque especial.

«Hay oyentes para cada jornada, pero lo del miércoles es explosivo A las once de la noche ya tengo grabadas todas las llamadas. Los correos electrónicos son interminables. No logramos satisfacer la demanda de una sola vez, pero el compromiso sigue. La interacción constante es un privilegio y también un reto que requiere un trabajo serio».

«Llegan bolsas de cartas de todas partes, incluidas cartas muy respetuosas de reclusos que buscan amistad desde sus centros penitenciarios. Vivimos la experiencia de que la noche de los miércoles, muchos nos esperan por la puerta de la calle 23 para entregar sus misivas personalmente. Y cuando usted pone su teléfono en Estaciones… el aluvión de llamadas es durante días y días».

«Recuerdo un programa realizado desde Caibarién, en el concurso Santamareare, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Villa Clara. Cuando dijeron por el micrófono que habíamos llegado, no imaginas cuántas personas se nos acercaban a la mesa, muchachas y muchachos, agradeciendo que gracias al programa encontraron su pareja».

El eco de Estaciones y particularmente del Club del Amor y la Amistad, acompaña a su director y a su equipo lo mismo en una transmisión desde el centro cultural El Mejunje, de Santa Clara, que en una visita a un CDR de Viñales, Pinar del Río. Son apenas dos ejemplos. Semejante repercusión se debe a un trabajo colectivo donde intervienen además, Rafael Díaz (asesor), Rainer Jaime (sonido), así como Cuqui Dueñas y Luis Joaquín Sánchez, quienes escriben las secciones.

Para Manolito, el programa es un espacio para la sinceridad, una bocanada de oxígeno: «Siempre aclaro que Estaciones no es el programa de los gays, ni de las lesbianas, ni de los bisexuales, ni de los heterosexuales. Es el programa de todos. No le interesa la orientación sexual de las personas, le interesa el SER HUMANO».

Estaciones resulta un ejemplo de respeto hacia los públicos en toda su diversidad, de aportación cultural desde la radio y de abordaje de temas complejos. Ha hecho bien Radio Rebelde en apoyar una propuesta que, pese a sus veinte años de recorrido, se mantiene en plena vitalidad.   ¿Qué, no la ha escuchado? ¡¿Y qué espera?!

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