por Contra el viento arrasador que dejó el huracán Matthew y la marea potente del río Toa, cuya furia hizo añicos lo que parecía un fuerte puente. Justo a las dos de la madrugada un golpe arrollador, les avisó a los pobladores de Cayo Guin que ya no tenían puente.
Todavía el Toa no cede en su furia, aún impide el paso para llegar a la Ciudad Primada. En el camino salen las historias, entre lágrimas y dolor, pero con la gratitud de estar vivos, y de que una vez más la Revolución estará con su pueblo.
En Cayo Guin el paisaje es desolado, hay muchas casas destruidas-así nos cuenta el periodista Aroldo García-, pero no cayó nadie (ni un solo muerto). Arasai es la administradora de la tienda de este poblado, cuenta con dolor cómo perdieron lo que han construido, cómo lo han perdido todo. Ella tiene dos hijos y su casa también la perdió, pero sabe que no está sola.
Escuche aquí los reportes en audio de los periodistas Aroldo García y Antonio Marrero con otras historias dejadas tras el paso del huracán Matthew por la provincia más oriental del país.