Identidad, cubanía, inclusión, y diversidad en el Caracol 2016

En la sala Martínez Villena, el doctor Miguel Barnet Lanza, presidente de de la UNEAC, impartió la conferencia Identidad del cubano hoy, quien expresó «que el cubano de hoy no es el de ayer ni el de anteayer, porque somos otro tipo de cubano muy distinto del indio que descubriera, en «la tierra más hermoso que ojos humanos han visto», el gran almirante Cristóbal Colón».

«Ahí comienza a desdibujarse ese tipo de cubano. La población india casi desapareció por completo de la faz de nuestro archipiélago, y solo en la región oriental del país quedan algunos descendientes de esa etnia, barrida por la barbarie de que fuera víctima por parte de los conquistadores españoles», refirió Barnet en su disertación.

Posteriormente, comenzaron a arribar a nuestras costas esclavos africanos y europeos pertenecientes a los más disímiles estratos socioeconómicos, y consecuentemente, comenzó a cocinarse, a fuego lento, el delicioso ajiaco multiétnico-cultural y espiritual, que, al decir del decano de las ciencias antropológicas en Cuba, configura la personalidad básica de ese mestizo único e irrepetible.

De ahí que la fusión, en cálido abrazo, de esos factores etnográficos, culturales y psicológicos influyeran -y de qué manera- en la conformación del cubano, que fuimos, somos y seremos.

En el histórico Seminario de San Carlos y San Ambrosio, claustro materno de ética, sabiduría, cultura y patriotismo, los ilustres discípulos de maestros de la talla excepcional del presbítero, Dr. Agustín Caballero, y el venerable padre Félix Varela, respaldados por el obispo Espada, descubrieron en esas piedras fundacionales de la cultura cubana, los sólidos valores en que se estructura la nación caribeña.

En ese emblemático centro de educación superior, comienza a gestarse el crisol de la nacionalidad cubana desde los más diversos enfoques político-ideológicos: desde autonomistas y anexionistas hasta independentistas.

Por lo tanto, el Seminario de San Carlos y San Ambrosio desempeña una función clave en la estructuración de nuestra cultura e identidad nacionales.

En la época republicana, los vigentes aportes de don Fernando Ortiz contribuyen a caracterizar el concepto de cubano, porque nos enseñan a pensar científicamente de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde nos encaminamos.

Después del triunfo de la Revolución, somos cubanos mucho más integrales, más cultos, que poseemos una gran riqueza intelectual y espiritual. Nuestro socialismo rescató y salvó los ingredientes esenciales de la cubanía, fundamentalmente los de procedencia africana, peninsular y asiática.

El cubano de hoy es una mejor persona, ya que cultiva grandes virtudes que identifican a un buen ser humano, el escalón más elevado al que debe y puede aspirar el homo sapiens, no solo en nuestro medio, sino en cualquier lugar del orbe.

El también poeta, narrador y etnólogo, se preguntó cómo vamos a enfocar el futuro para delinear cómo será el cubano de mañana, y por último, reseñó los incalculables daños perpetrados por el antiético e inmoral bloqueo impuesto por los Estados Unidos a la mayor isla de las Antillas, no solo desde los puntos de vista económico-financiero y comercial, sino también cultural y psicológico.

Otro de los tópicos tratados por los asistentes en las jornadas teóricas del evento Caracol estuvo relacionado con las siguientes interrogantes ¿Son incluyentes los medios de difusión en cuanto a diversidad de género y raza? ¿Se invisibiliza la infinidad de miradas a estos temas?.

Un panel presidido por el periodista y crítico Pedro de la Hoz e integrado por la activista y estudiosa del tema racial Gisela Arandia, la realizadora audiovisual Lizette Vila y la actriz y realizadora Raquel González, analizaron los pro y contras de las controvertidas materias.

En palabras introductorias, De la Hoz, actual presidente de la Comisión Aponte, organización que realiza una ardua labor en el reconocimiento y a la vez eliminación del problema racial en Cuba, se refirió a la presencia del etno cubano en los medios, discurso recurrente en las ediciones de este evento y sobre el cual llamó al distanciamiento de la catarsis para llevarlo a un plano principal: el desarrollo del pensamiento sobre el mismo, así como el acercamiento de las instituciones como ejecutor principal para su puesta en práctica.

Fuente. UNEAC

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