por Para «Pepe», como le llamaban sus amistades, no había tarea difícil. Fue operador de audio, grabador y técnico en controles remotos, especialista musical, jefe del departamento de Propaganda, director de programas, libretista, así como actor, todo un hombre de la radio.
Perseverante en lo que se proponía, ya cercano a los 60 años ingresó en la Universidad para estudiar Comunicación Social. Al respecto, una de sus profesoras, la licenciada Yirmara Torres, declaró al enterarse de su muerte: “verlo en el aula tan laborioso, dedicado, me resultaba cómico, porque verdaderamente aún yo tenía mucho que aprender de él.”
Parte de su trayectoria la dedicó al teatro, luego de aprobar un curso impartido por el primer actor Armando Soler, “Cholito”, algo que siempre comentaba con orgullo. En su currículo aparecen también actuaciones en la televisión local y nacional.
No olvidaremos su sentido del humor, presto a la sonrisa y la frase chispeante llena del gracejo criollo, sus responsabilidades como trabajador y militante del Partido de nuestro núcleo de Radio 26 o sus oportunos consejos ante una situación difícil.
Así será recordado. Todavía no parece real que su vida se haya apagado
Foto: Alfredo Zamora Mustelier
