por “Soñar y continuar un país: La historia de Sacha, el niño de Chernobyl nos devuelve la memoria de otro hito de la Medicina y la solidaridad cubanas: hace 31 años, #Fidel recibió primeros pacientes de Ucrania. Por más de 20 años, #Cuba dio cura o alivio a 26 000 niños #SomosCuba”, escribió el Jefe de Estado.
Soñar y continuar un país: La historia de «Sacha, el niño de Chernobyl» nos devuelve la memoria de otro hito de la Medicina y la solidaridad cubanas: hace 31 años, #Fidel recibió primeros pacientes de Ucrania. Por más de 20 años, #Cuba dio cura o alivio a 26 000 niños #SomosCuba pic.twitter.com/jo5XvLbTWz
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) March 30, 2021
La catástrofe de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, de Chernóbil, está inscrita como una de las más graves de la historia, según la Escala Internacional de Accidentes Nucleares.
Desde el 29 de marzo de 1990, cuando llegaron a Cuba los primeros 139 niños y niñas, y hasta el año 2006, se atendieron 26 mil 114 afectados, de ellos, unos 23 mil niños, para curarse de las secuelas del desastre nuclear.
En ese periodo se realizaron más de 70 mil consultas en 20 especialidades médicas, utilizándose varios medicamentos producidos por la biotecnología cubana.
Este lunes 29 de marzo, cuando se cumplieron 31 años de la creación del programa humanitario de los niños de Chernnbyl en Cuba, la Mesa Redonda estrenó el documental Sacha, un niño de Chernobyl, dirigido por los realizadores cubanos Roberto Chile y Maribel Acosta Damas y producido por el medio de prensa argentino Resumen Latinoamericano.
En 39 minutos se recogen las experiencias de médicos y trabajadores que laboraron en ese programa; el retorno de Sacha a Ucrania en 2019, a su pueblo y su gente, el testimonio de niños y niñas que lucharon por vivir y recibieron tratamiento en Cuba.
Conmueven sus historias, la memoria de las madres y los hijos, la incursión en Pripyat y su rostro de tristeza desoladora. Pero también la esperanza, la luz de una isla que hablaba en otro idioma y atravesaba grandes problemas económicos, pero cuyo gesto extraordinario de solidaridad humana salvó las vidas y curó la enfermedad de miles de niños.
Fuente. ACN, Cubaperiodistas, Twitter / Editora. Carmen Torres
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