por De aquel entonces a la fecha transcurrieron 80 almanaques. Con el devenir de los años después del triunfo definitivo y la nacionalización fue bautizada como Radio Libertad, y la programación consolidó otros intereses, más abarcadores, más de pueblo.
Mucha historia hay en estas 8 décadas, de esas páginas hay nombres que trascienden en el tiempo: sus creadores, los que luego llegaron como aprendices en la creación radiofónica y los que hechizados por su magia abrigan a nuevas generaciones dispuestas a preservar su sonido como patrimonio intangible del territorio.
Tanto es Radio Libertad para sus oyentes, que la sienten como el latido continuo del pueblo. Entre no pocos es el mismo corazón de Puerto Padre, en otros el completamiento de la espiritualidad porque Libertad es esa armonía que alcanza la expresión más elevada del goce.
Y es que la emisora puertopadrense ha contado los más importantes acontecimientos económicos, políticos y sociales del municipio, la provincia, el país y el mundo.
La innovación del obrero, el verbo sin par de la niñez, el hacer del más común de los hombres buenos han llegado a todos a través de esta planta radial que surgió para ser de pueblo.
Después del efecto destructivo del huracán Irma, la sede de la emisora quedó devastada lo que provocó que la emisora comenzara a transmitir desde otro local con mínimas condiciones.
El colectivo de la añeja emisora renueva y afianza su capacidad de servicio público y confirma del legado de Pedro Zacca Cheda que «siempre será un instrumento de comunicación, de llevar cultura y progreso a muchísimos pueblos».
En Puerto Padre donde salpican las olas del Atlántico, donde molinos, arte y belleza natural se mezclan con el hacer cotidiano, Radio Libertad, a sus 80 años, es el sonido que identifica a su pueblo.
