En el año 2003, fue presentada la reconstrucción de una reedición digital de su disco “Esther Borja canta a dos, tres y cuatro voces”, matriz que se graba en 1955 en el estudio 1 de Radio Progreso y distribuye entonces el sello discográfico Kubaney. María Elena Mendiola, especialista de la Empresa de Grabaciones Musicales de Cuba (EGREM), realizó el prólogo de la obra.
“Este disco revolucionó por muchas razones la discografía y la cultura cubana. Cuando se escucha y se disfruta atentamente este disco…Es increíble la perfección, el timbre de la voz es un clásico, la belleza de ese timbre es un clásico de nuestra cultura”.
Esther busca en su memoria cómo surgió este disco en 1955.
No puede faltar en el recuento Luis Carbonell, esa figura imprescindible de la cultura cubana.
“Luis me propone en un momento determinado hacer este disco a voces, alguna vez así había cantado en dúo con algún cantante, pero no, no tenía el hábito de cantar a voces con nadie. Y Luis me dijo no importa tu sabes música. Yo te hago las partichelas, los guiones… Y por el guión pues efectivamente, empezamos a trabajar. Yo estaba pasando un momento muy difícil en ese período de tiempo, porque acababa de perder a mi padre, al que yo adoraba. Y entonces yo nunca tuve el cantar como un trabajo para vivir, sino como un algo para disfrutar, para sentirme bien, para expresar mis sentimientos a través de la música y entonces me dije ya que no tengo deseos de cantar para nada, este trabajo se lo voy a dedicar justamente a mi padre para poder hacerlo, porque no tenía deseos de cantar nada. Luis me entusiasmó, me dijo tú lo puedes hacer, tu verás que te va a gustar después cuando empecemos a trabajar, eso sí mientras no tengamos montadas todas las voces no vamos a empezar a grabar. Y efectivamente cuando tuvimos montado, recuerdo que fue La tarde y En el sendero de mi vida, fueron los dos primeros números que montamos y entonces hicimos una prueba”.
En 1953 Esther Borja y Luis Carbonell viajan a España, con el objetivo de materializar la grabación de un disco para la firma de Fernando Montilla, dueño de la famosa casa discográfica de la península ibérica.
A finales de 1954, el Ingeniero de la RCA Víctor Mateo San Martín distribuye en el continente Rapsodia de Cuba, con el sello Montilla. Es precisamente con este distribuidor que el Señor Montilla propone la grabación del nuevo proyecto en los Estados Unidos.
Esther rememora cómo lograron la consecución de esta obra:.
“Estuvimos trabajando siete meses sin días de fiestas ni sábados ni domingos, todos los días de dos a cinco de la tarde, sin fallar. Habíamos montado tan bien todas las voces que no tuvimos ningún problema al comenzar las grabaciones y yo manojo de nervios que era yo en ese momento, se fue quedando atrás y nos quedamos con la seguridad de que estábamos haciendo un trabajo que nos haría felices a los dos”.
A partir de 1955 a todos los que descubren en sus discotecas el disco “Esther Borja canta a dos, tres y cuatro voces” tienen ante sí una gema de arte supremo. Así lo siente el laureado escritor y director de la Radio Nacional, Miguel Ojeda.
Esta obra musical en su tiempo, se considera con sentido futurista. Cincuenta y un años después continúa observándose con mirada del mañana.
Jesús Orta Ruiz, El Indio Naborí, dedicó a esta reconocida artista cubana, el poema “Esther Borja, la Dama de la Canción”.
Lecuona, el piano y Esther
Forman una trilogía
Unen en una armonía
Tres vidas y un solo ser
Genial músico de ayer
Y de ahora y de mañana
Encontró la voz cubana
Que le interpretara el amor
De su música interior
Tan divina y tan humana
Fue Esther la joven aquella
Que se presentó en su estudio
Cuando lo embriagó el preludio
De su voz única y bella
Allí descubrió una estrella
La mujer juncal y fina
Que en América Latina
Y el norte fue triunfadora
Damisela encantadora
La denominó Argentina.
Cantó con voz melodiosa
Como de alondra o jilguero
El dolor de un jardinero
Por la fuga de una rosa
Así vibra su alma hermosa
Así conmueve a su grey
Y si canta Siboney
Con tanta emoción lo canta
Que aquel indio se levanta
Y excusa de ser Turey
Turey, cielo en voz taína
En nuestra discografía
Hay un exclusivo canto
Pues ninguno tuvo tanto
De ella en su maestría
Es por esa trilogía
creada por la emoción
Que hoy le dice el corazón
De su pueblo que la adora
Damisela Encantadora
Y dama de la canción
El disco “Esther Borja canta a dos, tres y cuatro voces”, contiene los siguientes temas: De Ernesto Lecuona, Noche azul; de Sindo Garay, La tarde; de Oscar Hernández En el sendero de mi vida de Félix B. Caignet y Ernestina Lecuona, Te odio, me odias; de José Marín Varona, Es el amor la mitad de la vida; de Jaime Prats, Ausencia; de Manuel Corona, Longina; de Ignacio Cervantes, Los tres golpes; de José Marín Varona, La hija de Oriente y de Gonzalo Roig, Ojos Brujos.
El programa La Damisela Encantadora, que difunde Radio Progreso con esta investigación y testimonios y la presentación de todas las obras del disco, obtiene los siguientes premios:
Gran Premio en programa de música especializada en el Festival Nacional de la Radio Cubana 2005.
Premio a la mejor investigación histórica del Concurso Anual de la Caribbean Broadcasting Union en 2005.
Premio al mejor programa educacional y cultural del Concurso Anual de la Caribbean Broadcasting Union en 2005.
EN UN DISCO SIGLO XX.
Mi abuela vivio’ aquel disco,
lo » vei’a » por las radios,
la acompañaba en balcones
desgranado en 10 canciones.
Mi madre heredo’ el misterio:
Numidia y Luis a los pianos,
Medardo entero a los sueños
y una Esther con 10 reflejos.
Mi hija dudaba tanto:
– Un disco asi’, imposible,
¿ 4 voces so’lo una,
Kubaney en los 50,
Montilla, Progreso, Egrem?
Mi nieta busca hoy el disco,
lo declara Patrimonio
del alma puesta a creer
en UN DISCO SIGLO XX,
un Cubadisco » a lo Esther «.
Mi abuela adoraba el disco
que hoy volvera’ a nacer
para los siglos futuros
de mi Cuba :disco a mano
si el talento reverdece
en sueños reales de Esther
MIGUEL OJEDA.
Distinción Por La Cultura Cubana.
Laureado de la cultura.
Artista De Mérito del ICRT.
Miembro de La UNEAC.