Marcos Behmaras un creador de éxito en la radio

Cuando llego a la radio en 1969 se habla de él como de esas leyendas que, no obstante los cuarenta años que tiene cuando la muerte le juega una mala pasada, tiene una obra suficiente para dejar inscripto su nombre en el destacamento de los adelantados de la radio y la televisión del país.

En la búsqueda de los elementos que forman parte de la historia radial surge, una y otra vez, con destellos su nombre. Tenía apenas veinte años cuando comenzó a escribir en la cadena nacional Unión Radio, donde la línea de fina sátira que utilizaba no convenía a los intereses de un Gaspar Pumarejo, que también empresario, respondía a la ideología y las demandas de sus patrocinadores.  Otros horizontes donde desarrollar su talento y sus inquietudes políticas lo encaminaron a la emisora Mil Diez.

Según manifiesta el destacado director y actor Paco Alfonso “… tenía una gran voz, pero no se le veían por ningún lado las condiciones de actor”.(1) Sin embargo, otro creador y director prestigioso, Sergio Nicols, afirma que “…siendo jefe de programación se decidió hacer Radio Locura Mil Diez, que utilizaba efectos sonoros, personajes y trucos para producir risa. Marcos me trae un día un libreto relacionado con La Isla de las Cotorras, lo leí, le taché algunas cosas, pero había otras que eran interesantes. Este fue su primer libreto y a partir de ese momento comenzó a escribir este programa”.(2) Allí precisamente es donde nace para la radio, la televisión y la cultura nacional el humorista Marcos Behmaras.

A partir de ese momento su nombre es una constante en los espacios humorísticos más importantes de la radio y la televisión, entre ellos, El Show de Garrido y Piñero,  Detrás de la fachada, antológico programa del que es el primer escritor, antes que José Manuel Carballido Rey… Pero Marcos, además, consecuente con su filiación política, no es ajeno al momento que vive el país y desde la trinchera que él domina con perfección, ataca a los enemigos del pueblo con su sátira política a través de la publicación Mella, el medio gráfico de la Juventud Socialista.

Su cualidad de escritor amplio le permite ser un triunfador en todas las disciplinas del arte dramático que asume.

Antes de 1950 comienza a triunfar como escritor en Radio Progreso con la serie policíaca Héroes de la justicia y el informativo dramatizado Actualidad mundial.

Cuando se inaugura de forma experimental el Canal 6 de la televisión cubana el 18 de diciembre de 1950, Marcos Behmaras lleva a la pantalla el primer programa dramático, se trata de una adaptación de un cuento policíaco inglés, que protagoniza Alejandro Lugo, y cuenta entre otras actuaciones con las de Ana Sainz y Ángel Espasande, espacio que después continúa en el aire con el nombre de Tensión en el Canal 6. Más tarde escribe para el Canal 4 la serie El hombre flaco, que protagonizan Reinaldo Miravalles y Maritza Rosales.

A la vez que escribe los espacios de tensión y programas humorísticos, inaugura los dramatizados de continuidad en la televisión cubana, con su célebre Mamá. La gran actriz Ana Lasalle la protagoniza a través de la CMQ televisión. Entre otros jóvenes valores, Miguel Navarro, con su «Pepín», da vida a uno de los principales personajes de la novela.

Un maestro de todos, José Manuel Carballido Rey, aseveró: «En Marcos se daba perfectamente la dualidad de ser un excelente escritor humorístico y aún no menos excelente escritor dramático… Posiblemente no conozco ningún escritor aquí en el país, que en la TV haya manejado con tanta certeza, habilidad y brillantez los programas de misterio, de tensión, y los humorísticos».(3)

Sus aportes hay que valorarlos en dos facetas, los de el Marcos creador por sí mismo y el Marcos inspirador y diseñador de políticas que en los primeros tiempos del proceso revolucionario se introducen en la radio y la televisión. Sobre el primer aspecto Carballido Rey, refiere: «Desde sus inicios se destacó por su originalidad, fue el primer humorista que utiliza técnicas nuevas, como por ejemplo el sonido… Con el tiempo alcanzó mayor prestigio por su indudable gracia criolla, porque si algo lo distinguía era la cubanía de sus personajes y situaciones».(4)

Sobre estos aspectos, la publicista y narradora Mirta Muñiz, afirma: «Él es el que introduce el narrador en la televisión, que hasta ese momento sólo se utilizaba en la radio. A él se debe ese personaje de Detrás de la fachada, que durante tantos años interpretó maravillosamente Consuelito Vidal, al comentar y narrar las situaciones que desarrollan los actores, para los que se hace invisible».

En 1959 funge como director de la cadena nacional Radio Progreso y se dedica a la transformación de aquella radio comercial, para convertirla en un medio que sitúe al pueblo y sus intereses en primer plano.

Cuando se crea Radio Habana Cuba, en 1961, encamina los primeros tiempos de la señal internacional del país.

La destacada publicista cubana Mirta Muñiz me comentó en una entrevista que Marcos, no obstante, todas las responsabilidades que asume, continúa colaborando con la revista Mella, donde publica tres suplementos humorísticos, y como maestro de títulos y personajes los  nombra Salaciones del Reader’s Indigest, con el fin de satirizar a la venenosa revista Selecciones del Reader’s Digest, que no puede resistir la justa crítitica de Behmaras  y deja de circular.

Es miembro del equipo fundacional del Instituto Cubano de Radiodifusión, el 24 de mayo de 1962. A Marcos le asignan la difícil y apasionante tarea de dirigir todo el sistema de televisión existente, para lo cual tiene que producir cambios en sus raíces conceptuales, y dar paso a la nueva televisión en relación directa con los intereses del pueblo.

El destacado director de televisión Roberto Garriga, fue testigo excepcional de aquel hecho histórico para la radio: «Trató, igualmente, de elevar el nivel cultural de la TV. Propuso la presentación de obras de la literatura universal en La novela, creó el bloque de programas infantiles y el espacio Teatro, dirigido a adaptar piezas del teatro mundial a este medio.» (5)

Sobre este aspecto, Consuelito Vidal, una de las locutoras más carismáticas de nuestra televisión, me dijo que cuando Marcos los reúne en el Estudio 2 de Radiocentro y les explica el proyecto, para todos queda muy claro que Teatro ICR sólo saldrá al aire con los mejores técnicos, actores y actrices que demuestren  maestría y calidad artística. Es como una ley no escrita, que se asume con rigor.

Recordando este pasaje, la destacada actriz Margarita Balboa comentó: «Trabajar en el Teatro ICR era como una especie de premio al esfuerzo y al resultado del trabajo artístico, para los actores, directores, camarógrafos, luminotécnicos y cuando te llamaban del Teatro ICR, aunque fueran papeles muy pequeños, tenías la certeza que lo habías ganado.»

Este prolífero escritor de la Radio y la Televisión deja de existir el 16 de noviembre de 1966, cuando en compañía de los valiosos compañeros, el director Enrique Iñigo y Pedro Sierra, regresan de Maisí, el extremo más oriental de Cuba, donde estudiaban sobre el terreno las posibilidades de originar nuevos programas de acuerdo a las necesidades del territorio.

Con el fatal accidente, la Radio y la Televisión, perdieron tres vidas valiosísimas, en plenitud de facultades. Entre ellas un apreciado y reconocido director y uno de sus valores más talentosos e irrepetibles para todos los tiempos. La cultura cubana perdía con Behmaras uno de los creadores más sensibles e ingeniosos que se expresa a través de los medios de difusión.

Sus compañeros recuerdan con la frescura del presente al hermano dispuesto a tender su mano, optimista, honesto, de una sencillez extraordinaria, el que nunca impone sus criterios y siempre convence con sólidos argumentos, el que siente infinito placer en ayudar, en compartir los conocimientos que de forma autodidacta acumula.

Valederos son los razonamientos de los que opinan que no es posible hablar de Marcos Behmaras y poder ofrecer las disímiles facetas y su dimensión humana. Por eso, por todo lo que aquí se dice, pero fundamentalmente, por lo que no se dice, es que, Marcos Behmaras, está y permanecerá en la memoria inextinguible de ésta y de las generaciones que están por llegar, para continuar fortaleciendo el maravilloso destacamento de los hombres y mujeres que en Cuba hacen Radio y Televisión con el corazón.

(1) Entrevistas realizadas por la autora al profesor Renaldo Infante, a la publicista Mirta Muñiz, y a las actrices Consuelito Vidal y Margarita Balboa.

(2) (3) (4) (5) Fragmentos de las entrevistas realizadas por el periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa y publicadas en la sección Arte y Literatura de la Revista Bohemia.

 

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