ALBA-TCP: Victoria y visión de futuro

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Nicolás Maduro, mandatario de Venezuela, encabezaron la celebración de la iniciativa de Fidel y Chávez, próceres latinoamericanos de los siglos XX y XXI.

Ambos, con la conciencia solidaria de sus respectivos pueblos y otros países sumados a tan patriótica idea, comenzaron a hacer realidad los sueños de El Libertador de una América Latina y Caribe unidos sin el tutelaje colonial ni neocolonial.

La ocasión sirvió de marco para que tuviera lugar el XVI Consejo Político del ALBA-TCP, el cual contó con la presencia de altos representantes de los países miembros, así como de ministros, viceministros, secretarios generales y miembros de los parlamentos hermanos.

Al repasar la historia de lo que comenzó siendo la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, entendemos cómo constituyó en el orden moral una victoria sin precedentes por la emancipación de estas tierras.

El ALBA fue el Girón Latinoamericano y la Gran Batalla de Ayacucho del siglo XXI.

La voluntad de unión e integración de pueblos hermanos dio al traste con el ya lanzado al basurero de la historia proyecto hegemónico del ALCA.

Desde que nació el ALBA, el esclerótico proyecto yanqui cayó en el olvido; porque evidenciando palabras del Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara: «…esta gran humanidad ha dicho basta, y ha echado a andar».

Aquel sueño del ALBA hecho realidad es hoy el ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos).

Una mirada en grande de futuro perfiló aún más este mecanismo en la convicción de que el desarrollo y la integración económica son los pilares fundamentales de la integración política y la solidez de todo proyecto social. Por eso, el ALBA-TCP llegó a su decimotercer aniversario con madurez y salud.

La visión de futuro del ALBA-TCP está llena de retos. América Latina y el Caribe enfrentan una agresión imperial recrudecida, como nunca antes.

Frente a esa realidad actual, se lucha por vencer un pasado colonial impuesto por un intercambio desigual que nos dividió entre países y en las regiones de cada uno de ellos.

La integración latinoamericana y caribeña tiene un largo camino por recorrer. Todavía hay países de la región que no se han sumado al proyecto, debido a que los aires hegemónicos neoliberales impiden a algunos de sus pueblos el paso decisivo.

A pesar de ello, y gracias al ALBA-TCP, surgió la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), primera organización de América Latina y el Caribe libre del tutelaje imperialista.

Toda nuestra región entiende que la integración, la unidad en la diversidad y la solidaridad son el único camino para conservar la independencia nacional y la identidad cultural.

Los pilares de la iniciativa de Chávez y Fidel incluyen en su amplia concepción la universalización de la salud y la enseñanza, así como la difusión del conocimiento de la historia y la cultura de nuestros pueblos con la subsiguiente toma de conciencia de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Celebrar este nuevo cumpleaños del ALBA-TCP no se circunscribe a un solo día ni a varias jornadas.

Celebrar en lenguaje revolucionario y sólida conciencia política del momento histórico consiste en trabajar, seguir adelante fieles a la obra iniciada por Fidel y Chávez; continuar esa obra en toda la grandeza que ellos un día la soñaron, la hicieron realidad y que pusieron en marcha.

Por esa inspiración de Fidel y Chávez, expresó con acierto el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros: «Somos nosotros los continuadores y debemos ser nosotros y nosotras, mujeres, las y los continuadores y constructores del mundo que se fundó hace 13 años para una poderosa alianza de liberación, de felicidad y de unión de América Latina y el Caribe. Aún es que falta el mundo por hacer».

El ALBA-TCP echó a andar hace ya 13 años, y su paso de pueblo gigante y unido jamás se detendrá. A la vez que es necesario para que sobreviva la soberanía de nuestros pueblos; es también necesidad histórica, es visión y futuro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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