Con Matthew a cuestas

En solo dos días suman cientos los mensajes colocados en las redes sociales o enviados por el chat de Facebook en franca solidaridad con Baracoa y su gente.

Ahora mismo se sabe que en la Primera Villa de Cuba hay un sinnúmero de techos de instituciones estatales y casas que han volado hacia quién sabe dónde a causa de la conjunción de lluvias y vientos fuertes registrados durante horas.

También se conoce que frente a la emisora La Voz del Toa se desplomó parte de una alta pared aislada y dañó el techo de la edificación aledaña, la cual estaba cerrada y sin moradores ni evacuados.

En este momento la única información que pueden ofrecer los periodistas radiales de la Ciudad Primada de Cuba es que las ráfagas de vientos de Matthew generan un silbido que asusta.

Perdimos las transmisiones de la programación y la señal televisiva, nos quedamos sin comunicación por telefonía fija y la opción para actualizar a otros y saber algo de lo que ellos dicen es Internet. El trabajo en función de la noticia no ha tenido horario límite, y con Matthew a cuestas, nos queda el aliento de conocer el sabor del servicio.

 

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