Aniversario 90 de su natalicio: Camilo Cienfuegos, una vida breve pero fecunda

Y es que como afirmara el Comandante Ernesto Che Guevara, Camilo fue el revolucionario cabal, hombre del pueblo y artífice de esta revolución que contribuyó a hacer realidad y a la cual dio su aporte hasta el instante en que se produjo su lamentable desaparición física el 28 de octubre de 1959. Camilo está presente en la obra de la Revolución, en el quehacer de nuestro pueblo, porque hombres como él siguen constituyendo fuente de motivación.

El análisis de la vida y obra de Camilo, su entrega total a la causa de su pueblo, su alegría proverbial y cotidiana, propician una gran enseñanza acerca del modo de proceder de un auténtico revolucionario.

Camilo fue el más pequeño de los tres hijos que tuvieron Ramón Cienfuegos y Emilia Gorriarán. Realizó sus estudios primarios en la Escuela pública número 105 Félix Ernesto Alpízar, en el barrio de Lawton.

En 1944 comienza a estudiar en la Escuela Superior número 13 en la Víbora, en La Habana. Cursa allí el séptimo y el octavo grados. Posteriormente realiza exámenes para ingresar como alumno libre en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana.

Y en 1949 matrícula en la Escuela Anexa a San Alejandro en la especialidad de escultura, pero al poco tiempo tiene que dejar los
estudios para trabajar debido a la situación económica de la familia.
El primero de abril de 1950 Camilo Cienfuegos comienza a trabajar en la tienda sastrería El Arte, situada en la calle Reina entre Ángeles y Amistad, en La Habana. Camilo estuvo trabajando en ese centro durante tres años.

En abril de 1953 Camilo Cienfuegos en unión de su amigo Rafael Sierra sale de La Habana hacia los Estados Unidos con el objetivo de tratar de encontrar un trabajo mejor remunerado en dicho país.

En los dos años que permaneció en los Estados Unidos pudo apreciar la difícil situación que tenían para laborar en dicho país los que como él, de origen latinoamericano, encaraban el peligro de ser deportados.

En abril de 1955 Camilo resulta localizado por las autoridades de inmigración, en la ciudad de San Francisco. Permanece detenido durante más de 30 días. Finalmente fue trasladado hasta la frontera con México y más tarde es que logra retornar a Cuba. Vuelve a trabajar como dependiente en la tienda El Arte.

Más en la etapa final de ese año y comienzos del siguiente evidencia su compromiso con la causa revolucionaria y participa activamente en manifestaciones que tienen lugar en La Habana. Precisamente el 7 de diciembre de 1955 Camilo resultó herido cuando las fuerzas de la dictadura reprimieron con violencia a los participantes de una manifestación en homenaje a Antonio Maceo.

El 28 de enero de 1956 vuelve a participar en otra manifestación en homenaje a José Martí. Nuevamente es golpeado e incluso detenido y fichado por el Buró de Represión de Actividades Comunistas, y aunque después fue liberado quedó sujeto a una causa judicial.

El 25 de marzo de 1956 Camilo Cienfuegos sale nuevamente de Cuba hacia los Estados Unidos de América, donde procura contactar con los miembros del Movimiento 26 de Julio, muchos de los cuales, entre ellos Fidel, ya se hallaban en México. El 19 de septiembre de 1956 se trasladó de los Estados Unidos hacia México. Y fue gracias a las gestiones realizadas por Reinaldo Benítez que pudo ser aceptado para participar en los entrenamientos que estaban realizando los futuros expedicionarios del yate Granma.

El 25 de noviembre de 1956 Camilo Cienfuegos forma parte del grupo de 82 expedicionarios que dirigidos por Fidel Castro salen del puerto mexicano de Tuxpan a bordo del yate Granma hacia Cuba. El dos de diciembre desembarca en el territorio cubano por Los Cayuelos, una zona cercana a la Playa Las Coloradas, en la parte sur de la provincia de Oriente. Tres días más tarde recibe su bautismo de fuego en Alegría de Pío cuando los combatientes rebeldes resultaron atacados de manera sorpresiva por fuerzas de la dictadura batistiana.

Camilo es uno de los pocos expedicionarios que en los días sucesivos logra eludir la persecución de los soldados y prosigue su avance hacia la Sierra Maestra. El 21 de diciembre el pequeño grupo encabezado por Juan Almeida, del cual forma parte Camilo, se reencuentra con Fidel en las montañas orientales.

Desde la etapa inicial de la lucha revolucionaria en la Sierra Maestra Camilo Cienfuegos comenzó a sobresalir por sus condiciones como un bravío combatiente. Ya en el mes de abril de 1958 Fidel le otorga a Camilo el grado de Comandante. Camilo recibe ese ascenso como un compromiso para servir más a la causa revolucionaria.

Posteriormente participa en el enfrentamiento de la mayor de las ofensivas de las fuerzas de la tiranía. Tras haber sido derrotada la ofensiva de la dictadura en el mes de agosto Fidel consideró llevar adelante una gran contraofensiva rebelde.

Y como parte de esa estrategia para desarrollar la lucha revolucionaria en todo el territorio cubano concibe que dos columnas rebeldes salgan de la Sierra Maestra hacia las provincias de Las Villas y Pinar del Río, respectivamente. Para el cumplimiento de tan singulares misiones Fidel escoge a los Comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos.

El 21 de agosto Camilo inicia la invasión de la Columna dos identificada con el nombre de Antonio Maceo. Tras avanzar en agotadoras marchas, así como padecer hambre, sed y la persecución de los soldados de la dictadura, Camilo al frente de su Columna llegó al territorio de la provincia de Las Villas, donde permaneció por indicaciones de Fidel y realizó una gran campaña militar y política e incluso dirigió en forma exitosa la batalla de Yaguajay.

Tras la victoria popular en enero de 1959 Camilo Cienfuegos continuo dando su aporte al desarrollo de la Revolución. Además de desempeñar a cabalidad las responsabilidades que se le confiaron dentro del Ejército Rebelde, participa como dirigente de la Revolución en múltiples actos y con la fuerza de su palabra vibrante contribuye a la educación política de los integrantes de las fuerzas armadas y del pueblo en general.

El 26 de octubre habla por última vez ante el pueblo en el acto que tiene lugar en La Habana en el que recuerda un fragmento del poema de Bonifacio Byrne en el que se señala: Si desecha en menudos pedazos / se llega a ver mi bandera algún día / nuestros muertos alzando los brazos / la sabrán defender todavía.

Dos días después cuando retornaba a La Habana en una avioneta de otro viaje que había hecho a Camagúey se produjo su lamentable desaparición física, más su vida y obra en la naciente Revolución han quedado en la historia del país, así como en el corazón del pueblo, incluso de los hombres y mujeres, y los niños y jóvenes que no lo conocieron de modo directo.

Se ha hecho realidad con el decursar del tiempo lo que Fidel señalara el 12 de noviembre de 1959 en una intervención por la televisión cuando confirmó, tras semanas de intensa búsqueda, la desaparición física de Camilo.

Fidel dijo: “Y el consuelo que debe tener nuestro pueblo es que en el pueblo hay muchos Camilos y Camilo seguirá viviendo en hombres que se inspiren en él, porque lo único que nosotros podemos pedirle a nuestro pueblo es que cada vez que la Patria se encuentre en una situación difícil, que cada vez que la Patria se encuentre en un momento de peligro, se acuerde de Camilo; cada vez que el pueblo vea momentos difíciles, cada vez que los hombres jóvenes, los campesinos, los obreros, los estudiantes, cualquier ciudadano, crea un día que el camino es largo, que el camino es difícil, se acuerde de Camilo, se acuerde de lo que hizo él, se acuerde de cómo nunca, ante los momentos aquellos difíciles perdió la fe;…”

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