Fueron acciones simultáneas de la lucha librada, en este caso, por integrantes del Directorio Revolucionario encabezado por José Antonio Echeverría, quién a su vez era el Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, FEU, en el magno centro docente del país y de la capital cubana en específico.
El asalto al Palacio Presidencial tuvo como objetivo intentar sorprender y ajusticiar al dictador que había desatado, tras el golpe de estado realizado el 10 de marzo de 1952, en los cinco años que se mantenía en el poder una represión contra el pueblo y había asesinado a un gran número de jóvenes revolucionarios.
A su vez la ocupación de Radio Reloj estuvo encaminada a dar a conocer al pueblo lo que se estaba produciendo en el Palacio Presidencial y además de las noticias que dieron los locutores, José Antonio Echeverría difundió una arenga la que quedó inconclusa al producirse la abrupta salida del aire de la emisora.
En el Palacio varios de los combatientes pudieron llegar hasta el despacho presidencial situado en uno de los laterales del segundo piso, pero el dictador había huido por una escalera desconocida, no registrada en los planos, que permitía la comunicación de su oficina con la parte superior de la edificación.
No les fue posible a los combatientes revolucionarios poder dirigirse hacia el tercer piso pues debían hacerlo por una amplia escalera sin protección alguna y se hallaban asediados por el ataque de la guarnición del Palacio.
Incluso varios de los que participaban en el asalto fueron abatidos por los disparos de los soldados batistianos.
Mientras tanto al interrumpirse la trasmisión de Radio Reloj José Antonio Echeverría y el pequeño grupo que había ocupado dicha emisora decidieron salir del lugar para dirigirse hacia la Universidad de La Habana donde tenían previsto mantener la dirección de la lucha revolucionaria en la capital cubana, una vez que se hubiera consumado la eliminación física del dictador.
Cuando el auto en que viajaba José Antonio se hallaba avanzando por la calle lateral de la Universidad habanera se encontró de pronto con un carro patrullero de la policía batistiana.
José Antonio se bajó rápidamente del auto empuñando su arma pero resultó abatido por los disparos de los integrantes del carro patrullero.
El ataque al Palacio Presidencial no concluyó en el éxito previsto pero si contribuyó a poner de relieve la pujanza de la juventud estudiantil universitaria en su lucha contra la dictadura batistiana.
Posterior al triunfo de la Revolución Fidel en reiteradas ocasiones, sobre todo en los actos efectuados en los aniversarios de ese hecho histórico, comentó lo acaecido en La Habana el 13 de marzo de 1957 y también destacó aspectos de la vida y obra de José Antonio Echeverría.
En el propio año inicial de la Revolución, en 1959, el 13 de marzo se realizaron actos en el Palacio Presidencial y en la Universidad de La Habana en los que habló Fidel, quién también en ese día había ido al cementerio de Cárdenas para rendir tributo a José Antonio Echeverría.
Varios años después, exactamente en 1965, en la escalinata universitaria de La Habana Fidel calificó al 13 de Marzo como un día cumbre, un día luminoso en la vida de nuestro país.
Y en 1997 al cumplirse el aniversario 40 del asalto al Palacio Presidencial Fidel igualmente precisó:
Debo decir que el ataque a Palacio el 13 de marzo fue un acto de extraordinaria audacia y valentía, puesto que la capital de la república estaba llena de perseguidoras, de unidades militares, de carros blindados, de tanques, de aviación; las reacciones del enemigo eran impredecibles.”
Fidel además aseguró al resumir la trascendencia del asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj, el 13 de marzo de 1957 por los miembros del Directorio Revolucionario:
Esos son acontecimientos históricos que nunca se olvidan ni se olvidarán…”