El fariseísmo de la política exterior de Estados Unidos

En su cuenta social Twitter, el jefe de Estado de Cuba rechazó el lenguaje amenazador de los dirigentes de Washington, que apelan a falsos incidentes de sus diplomáticos en La Habana, a la aplicación íntegra de la Ley Helms Burton destinada a desalentar el turismo y las inversiones, y a los anuncios de reimplantar la Doctrina Monroe en Nuestra América.

A partir de este lunes 18 de marzo las visas B-2, para visitas familiares, consultas médicas, viajes de turismo y compras, que hasta el momento era otorgada por cinco años y permitía entradas múltiples, se rebaja a solamente tres meses y una sola entrada, lo cual afecta sensiblemente a las familias cubanas.

La Cancillería cubana rechazó de inmediato la nueva medida de Washington, y dijo que era un obstáculo adicional al ejercicio del derecho de los cubanos de visitar a sus familiares en los Estados Unidos.

Denunció también el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores que esta medida se suma al anterior cierre de los servicios del Consulado de Estados Unidos en La Habana, así como a la interrupción injustificada del otorgamiento de visas a los cubanos, obligándolos a viajar a terceros países, incurrir en gastos elevados y sin garantía alguna del otorgamiento del visado.

Estados Unidos está también incumpliendo la cuota de visados establecida en los Acuerdos Migratorios de 1994, firmados con Cuba.

Precisa la Cancillería cubana que no es cierto que la restricción haya sido tomada bajo un criterio de reciprocidad, por cuanto Cuba ofrece todas las facilidades para que los ciudadanos estadounidenses, desde cualquier país del mundo, incluidos los propios Estados Unidos, obtengan de inmediato un visado para poder viajar a Cuba.

Recalca el Ministerio cubano del Exterior que si el gobierno de Estados Unidos quiere realmente aplicar la reciprocidad, debería reabrir de inmediato su Consulado en La Habana, cumplir la cuota de otorgamiento de visados a cubanos y eliminar la prohibición a ciudadanos estadounidenses de viajar libremente a Cuba. 

Y este fariseísmo de la política exterior de Estados Unidos me recuerda la afirmación que leí recientemente en la publicación Barómetro Latinoamericano en el sentido de que el verdadero peligro que está enfrentando en este momento la humanidad es el avasallamiento del derecho internacional por los Estados Unidos y la impunidad que promueven las decisiones de Donald Trump contra el orden internacional.

De ahí la postura firme y digna de la Revolución Cubana, que rechaza y denuncia desde hace muchos años la prepotencia yanqui.

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