El siniestro BolsoTrump

Ha llegado a elogiar a Augusto Pinochet, el mismo que tanto hizo padecer al pueblo chileno, el de los bombardeos indiscriminados, el de las torturas, asesinatos y desapariciones; sueña también en convertirse en un personaje histórico como Hitler y Mussolini, aunque de momento le hace feliz imitar al señor presidente de los Estados Unidos, y con eso creo haberlo definido de la mejor manera.

Aunque reconozco no haber confirmado su veracidad se comenta que intenta cambiarse el nombre por Bolsotrump. ¡Que barbaridad! Unos son felices haciendo el bien a nuestra humanidad y otros siendo lacayos de lo más putrefacto.

Cuando analizo a este personajillo irremediablemente viene a mi mente la época oscura que me tocó vivir  en aquella república de mentira y que hoy con orgullo decimos Cuba. Así que, por favor, permítame describirle una estampa de aquellos años que produce la rara sensación de servidumbre, repulsa y hasta sonrisa por tanta ridiculez.

Lea usted:  Fue un 4 de mayo de 1956. Fidel Barreto, entonces ministro de Agricultura, ofrece un almuerzo en su residencia de Guanabo en honor al presidente Batista y otros políticos que se mostraban interesados en realizar grandes inversiones en la susodicha playa. Y comienza la comelata.

El tal Barreto se para y empieza a hablar con inaudita guataquería…”Junto al Presidente están los que aman y construyen, y en contra suya los que siembran el odio y los que destruyen”. Batista intenta responder a las “dignísimas” palabras. Se detiene abruptamente. Algo no lo deja coordinar las ideas. Quizás la culpa era de la simbiosis de yuca con mojo o Bacardí-Cerveza. Sonrió turbado pero malicioso. Tuvo una idea: Señalar con el dedo a quien debía responder por él, es decir, escoger a un buen guataca* de una gran legión de ellos. Resultó ser el agraciado el mismo vicepresidente Rafael Guas Inclán.

Y allá fue. Con entonación de Senador de Capitolio este viejo zorro en el arte de la politiquería que contaba con el título de botellero* número uno dijo: “Levanto mi copa para brindar por el Presidente…créanme absolutamente convencido de que en el instante actual de nuestra Patria, Cuba necesita a Batista, que si por alguna circunstancia nos faltara él, no me sentiría con arrestos bastantes para tomar las riendas del país. Y continuaba aquel estúpido…”porque Batista es el único ciudadano de la República que es líder de los hombres con uniforme y líder también de los hombres con guayabera”.

¡Era demasiado! Batista reventaba de felicidad, su vanidad elevada a planos infinitos. Era el amo, la letra A, el mejor de todos. No pudo contener; su emoción era mucha; se levantó de un salto y casi se encarama en el asiento aplaudiendo delirantemente. Aquello había sido fantástico, magistral, en fin un guatacazo de cien puntos.

Bien, volviendo a Bolsotrump: es un personaje de la misma cueva, la única diferencia es el tiempo transcurrido entre uno y otro. El de Batista fue aquel Fidel Barreto, entonces ministro de Agricultura, y el de hoy no otro que Jair Bolsonaro el mismo ansioso de limpiar las botas de Donald Trump. ¡Que vergüenza señores! ¡Y pensar que es el presidente de Brasil! Pero, no obstante, a este también le llegará su hora.


“Hombres hay para el pesebre, que viven de estrujar y de engullir; hombres de corral, a la verdad que en el cieno están bien, que es blando y engorda”. José Martí

NOTAS

*Guataca: los “lame botas” como un día Fidel Castro los nombró.

*Botellero: Los que cobraban salario del Estado sin trabajar. 

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