Es un mal congénito

Después, con el paso de los años todo se tornaba igual en su esencia hasta nuestros días, aunque ahora el que preside no tiene pistolas a la cintura ni sombrero alón, sino  vestido de traje y corbata, rodeado de payasos serviles capaces de vender su alma al diablo; sentado en su poltrona imperial de la Casa Blanca y, a su disposición un arsenal de horror nuclear.

Pero…¿qué está sucediendo en nuestros días? Lo que se supone cuando la bestia arremete con saña intentando destruir lo ya indestructible, porque los pueblos se cansan de tanta maldad, incluyendo el estadounidense.

Surgen entonces varias preguntas: ¿No quieren solucionar los gravísimos problemas que ellos mismos enfrentan o, simplemente, no pueden?, ¿Estarán próximos a la implosión del sistema?, ¿No comprenderán que el horror que causan a la humanidad no puede mantenerse por más tiempo?.

Es ya muy evidente que el gobierno neofascista de EE.UU. está desesperado porque ve la posibilidad de ser aplastado por un alud de gigantescas masas que le pasarán la cuenta y, en su desesperación, está dispuesto a todo lo inimaginable para mantenerse como sistema. ¡He ahí el gravísimo peligro para el que hay que estar preparado en esta lucha por la supervivencia con dignidad! Aprecie usted la situación que hoy presentan:




El hoy timonel del sistema es responsable de miles de personas muertas por la  Covid-19, consecuencia de su criminal manejo de la pandemia. Pero mucho más, entre 20 y 40 millones de estadounidenses están desempleados; aumentan los crímenes de odio racial; actos de terrorismo; niños inmigrantes enjaulados; opositores calificados como traidores al gran emperador; amenazas de reprimir con fuerzas militares a ciudadanos que se manifiestan en las calles “en la tierra de las grandes libertades”; hacer caso omiso de normas internacionales para la protección del medio ambiente y la salud pública; bloquear países que no se subordinan al imperio; amenazas y sanciones por cientos; robo descarado de millones de dólares a Venezuela y otros muchos actos para destruir ese país; bloqueo a Cuba reforzado aún más con el mismo propósito.

Y, obviamente, en lo dicho no terminan sus desmanes y crímenes de lesa humanidad. Dígase por ejemplos el apoyo incondicional a regímenes de oprobio como el de Israel; las últimas guerras que han desatado en el mundo con saldo escalofriantes de muertos, heridos e incapacitados de por vida; la utilización de sustancias prohibidas como las que causaron la muerte atroz de gente humilde de Viet Nam.  Son simple ejemplos, como he dicho. Se trata de un sistema que se engendró por y con el egoísmo como patrón fundamental, sometimiento, explotación brutal de esclavos africanos, indígenas e inmigrantes de todo el mundo. Todo lo anterior llegado hasta hoy, es la causa de que se estén derrumbando en su propio patio los símbolos de su poder por el propio pueblo estadounidense.

Pero el mal, aunque endémico, puede y debe ser también derrumbado. Pero depende de una lucha tenaz y progresiva de los pueblos. Como he mencionado en otras ocasiones estamos ante una disyuntiva: “o luchamos todos por zafarnos del nudo opresor, o simplemente moriremos arrodillados”. Hay que tener siempre presente el brillante pensamiento de nuestro Martí.

Mal puede luego alzarse a hombre el que se educa como a siervo mísero.”. “¿Cuándo se ha levantado una nación con limosneros de derechos?

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