La humildad viste la grandeza

Así que  si me permite, pretendo escribir brevemente acerca de una faceta del Maestro que, quizás, sea poco conocida: su aspecto humilde que vestía su grandeza humana. Revisando documentos de tiempos añejos encuentro los siguientes apuntes:

“Vestía pobremente, aunque sí con pulcritud y limpieza propias de su higiene personal cuidadosa, así como de su profunda cultura y de su sensibilidad humana y artística. Él mismo había dicho que tenía más precio el decoro que la hacienda; y que el lujo era venenoso y enemigo de la libertad, porque pudre al hombre liviano”. Refiriéndose al equipaje que utilizaba –refiere Salvador Massip- era muy modesto. Se reducía a una maleta y a veces un maletín que contenía unas pocas mudas de ropa interior y lo necesario para su higiene. Muy pocas veces llevaba de repuesto y mucho menos, ropa de etiqueta.

Por su parte, el cubano Santiago I. Massenet, allá por 1892 describió de esta manera a Martí respecto a su ropa: “Aunque vestido decentemente, Martí traía puesto un sombrero de yarey que son excelentes para resguardarse de la fiereza del sol.”

También encuentro una nota que el Maestro le envió a Gonzalo de Quesada. Fíjese que interesante: “Esta carta va de sermón, porque un zapatero, que está disimulando unas suelas, me da media hora de respiro”. Y a Máximo Gómez le dice: “A Pancho se lo devuelvo…Lo que no le devuelvo es su capa, que llevo a que me ampare, más que librarme de la lluvia, ni unos pantalones muy cariñosos y ya amados”.

Sobre el cubano Salcedo, dijo Martí algo que también ilustra su personalidad: “Sin queja ni lisonja, porque me oye decir que vengo con los pantalones deshechos, me trae los mejores suyos, de dril fino azul, con un remiendo honroso”.

¡Que hombre de ayer y de hoy caramba!  ¡Cuánta grandeza vistiendo humildemente  al genio honrado! Ojalá le hayan servido estas breves notas, que no por ser breves dejan de ser aleccionadoras.

El propio Martí afirmó que:

Hay gentes de tan corta vista mental, que creen que toda la fruta se acaba en la cáscara”.

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