por Ahora pretendo, con permiso del autor -que felicito- reseñar un tanto algunos de los cuestionamientos y sus respuestas muy precisas, unidas a algunas ideas de este “escribidor”, como diría Bianchi, que no dejan margen de duda alguna. Veamos:
¿Cuántas armas de destrucción masiva tenía Sadam Hussein? Ninguna, porque incluso tal verdad el propio Bush la reconoció. ¿Quiénes se quedaron con el petróleo y el negocio de la reconstrucción de Irak? Por supuesto que las Corporaciones yanquis, ese y no otro fue el objetivo mayor. ¿Cuántas sanciones y bloqueos sufrieron los dictadores Videla, Pinochet, Somoza, Batista, Rios Montt, Banzer o Trujillo? Naturalmente que ninguna, porque, además, contrariamente esos personajes siempre fueron bendecidos por EE.UU. ¿Cuántas bases militares hay en Colombia al servicio yanqui? Tantas como 9, mientras en Venezuela no existe ninguna. ¿Quiénes votaron por Juan Guaidó? Trump, Trudeau, Macri, Bolsonaro, Piñera y todos los lamebotas…¿Y por Nicolás Maduro? 6 millones 245 mil 862 venezolanos y venezolanas.
Pero hay más: ¿Cómo puede ser la nación bolivariana una amenaza militar para la seguridad de EE.UU. teniendo en cuenta que ese país es la potencia militar más grande del mundo y tiene unas 700 bases militares en todos los continentes y, además, es el mayor productor de armas del mundo? La respuesta es obvia. ¿Cuántos países ha invadido los Estados Unidos? Por mi último dato disponible unos 50. ¡Y se proclaman defensores de los derechos humanos! ¿Por qué algunos países acusan a China y Rusia de querer dominar al mundo? Claro, para esconder sus propios trapos sucios, porque ninguna de esas naciones no han invadido a otras, ni tratan de intervenir en sus asuntos internos. ¿Cuánta democracia, derechos humanos y ayuda humanitaria les ha llegado a países invadidos por sus tropas? Sencillamente ninguno; lo que sí han “disfrutado” del modo de vida yanqui.
Me resta un ejemplo de pregunta: ¿La solución de Venezuela llegará a ese digno pueblo de la mano de Trump, el Pentágono, Pompeo, Elliot Abraham, Marco Rubio, Juan Guaidó, Iván Duque, o quizás Israel o Fondo Monetario Internacional? Sí, es posible que la solución exista, solo se necesitaría que un pueblo entero incline la cabeza ante el gran señor del norte o se arrodille a pedir perdón por el gran atrevimiento de querer ser dignos y exigir que se les respete su decoro nacional. Y tales barbaridades JAMAS ocurrirán, de eso estamos seguros porque aún están presentes los grandes amigos Chávez y Fidel que no permitirán tanta afrenta.
“Dos cóndores o dos corderos se unen sin tanto peligro como un cóndor y un cordero. Los mismos cóndores jóvenes, entretenidos en los juegos fogosos y peleas fanfarronas de la primera edad, no defenderían bien, o no acudirían a tiempo y juntos a defender la presa que les arrebatase el cóndor maduro.” José Martí