De los precios, la ley y el orden

Es cierto que ese incremento tiene una explicación económica en el desabastecimiento y hasta en alguna dosis de incertidumbre por el futuro, pero la verdad es que la subida ha sido exagerada y respondiendo más al lucro que a la realidad.

Para los cubanos, estén donde estén en la geografía nacional, ha sido difícil, por no decir imposible, escapar a los precios de carretilleros, tarimeros y hasta de algún que otro avispado administrador. Elevar los precios, a veces de manera irracional, es hoy una moda tóxica.

La escalada de precios mucho más allá de lo racional y de los hechos económicos, ha llegado antes de la aplicación del ordenamiento monetario y cambiario en ciernes.

Algunos pillos han vulnerado los topes dispuestos por los gobiernos territoriales y ahora no queda más remedio que actuar con la Ley en la mano.

La acción conjunta de las autoridades locales, la policía y el pueblo, volverá a ser la vacuna más efectiva contra ese viejo virus. Y quienes de acuerdo con el Código Penal violan los precios establecidos, y por tanto infringen las normas de protección al consumidor, arriesgan privación de libertad de 6 meses a 2 años, o multa de 300 a 1000 cuotas.

Estamos a punto de comenzar el ordenamiento de la economía y los precios también tienen que entrar en orden, aunque sea mediante la ley.

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