por Falsos estereotipos creados por nosotros mismos nos han llevado a establecer comparaciones erróneas entre el cariño de un padre con el de una madre cuando en realidad no debería ser así pues siempre hay que valorar el afecto que nos brinda cada uno por separado.
A lo largo de la historia el rol paterno solo se ha asociado con el de la persona responsable de sostener económicamente y velar por el bien familiar, apartándolo bastante de su lado efusivo.
Actualmente no es tan así, y no es porque hayan olvidado tales roles sino porque hoy vemos cómo los padres se preocupan de manera más directa por la crianza de los hijos tanto como las madres, y al mismo tiempo muestran que son capaces de expresar sentimientos y cariño hacia ellos.
Esto representa para los papás una batalla ganada ante rígidos esquemas y resulta la oportunidad idónea para demostrar de una vez y por todas que el respeto y la disciplina se pueden conseguir de formas diferentes a las utilizadas antaño.
Lo más importante de este tercer domingo de junio es homenajear a nuestros progenitores, quienes quizás no sean todo lo perfectos que deseamos pero son los amigos que siempre tendremos. (Foto: Internet)