por El desembarco del Granma, encabezado por el líder eterno de la Revolución Fidel Castro Ruz y los 81 aguerridos revolucionarios que lo acompañaron, marcó un hito en nuestro acontecer patrio. Lo mismo que ellos, aproximadamente 61 años antes, Martí y Gómez habían desembarcado por Playitas de Cajobabo para iniciar la Guerra Necesaria de 1895. Fue también por el oriente de la Patria, todo un símbolo de nuestra nacionalidad.
Al evocar el Granma es inevitable imaginar cuánto sacrificio tuvo que aportar la Generación del Centenario para su realización. Una travesía larga en una embarcación relativamente pequeña donde la humedad y el frío hicieron mella sobre varios de aquellos patriotas. Ellos enfrentaron un tiempo inclemente, fiebre, ataques de asma, raciones restringidas de alimentos, incluso la caída de uno de sus compañeros al agua lo cual provocó retrasos imprevistos. Por encima de cualquier dificultad primó la convicción del propósito emancipador.
Habían transcurrido tres años y cinco meses del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Con el Granma, ya organizados como militantes del Movimiento 26 de Julio, los libertadores encabezados por Fidel y Raúl dieron un paso significativo en nuestra historia. Fue cuando nuestro Ejército Mambí se convirtió en Ejército Rebelde.
Los sacrificios hechos y los por venirdieron plena madurez a un ejército de pueblo que tuvo un guía político brillante y estratega impar en la persona de Fidel.
Por eso resultan contundentes las razones expuestas por el General de Ejército compañero Raúl Castro Ruz cuando con motivo del aniversario 45 del desembarco del Granma expresara: “Nosotros, sus compañeros de armas más cercanos, hemos sido capaces de interpretar su pensamiento, confiar en él hasta en los momentos más difíciles y de seguirlo en el combate hasta las últimas consecuencias”(1)
Para la historia de Cuba, el desembarco del Granma es un evento trascendente; para cada cubano y cubana es, más que una página de nuestras luchas contemporáneas, realidad presente actualante cada nueva circunstancia. Es por ello que nuestro Granma de ideas, trabajo, combate, dignidad, solidaridad y vocación por la paz sigue navegando hoy, no solamente sobre las olas del mar y surcando los cielos sino en lo más arraigado de nuestra conciencia nacional.
Dijo Fidel antes de zarpar de Tuxpan: “si salimos, llegamos; si llegamos, entramos; si entramos, triunfamos”. Ese triunfo hoy nos regocija a todos; es sagrada herencia que crece cada minuto de nuestro quehacer nacional.
Así como el Granma se hizo invencible, también lo son nuestrasoberanía y dignidad.Las generaciones actuales seguimos tripulándolo con Fidel al frente, con su proa como siempre hacia la luz, porque con el Granma nos llegó un eterno amanecer.
- Fragmentos de la entrevista concedida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, al teniente coronel Jorge Martín Blandino, en ocasión del Aniversario 45 del Desembarco del Granma. – Revista Verde Olivo No. 5, Edición Especial 2016, pág. 5