por El canciller Jorge Arreaza es uno de los dirigentes más jóvenes de la Revolución Bolivariana. Ocupó varias responsabilidades en el gobierno del Comandante Hugo Chávez, y de igual manera con el presidente Nicolás Maduro.
En un diálogo con periodistas cubanos, Arreaza se refiere a temas de la agenda nacional e internacional:
¿Qué ha significado para la izquierda regional que justamente haya sido Caracas sede del Foro de Sao Paulo, en un contexto bien difícil para toda la región?
Creo que fue una decisión sabia que se tomó el año pasado en la edición del Foro XXIV en Cuba, que se trasladara a Venezuela este año.
Sabíamos que venían tiempos difíciles este año para la Revolución, después del 10 de enero, que la oposición iba a desconocer al Gobierno y afortunadamente se tomó esa decisión, insisto, sabia, pertinente, oportuna, que la izquierda mundial esté defendiendo el bastión más atacado, más agredido.
Como decían ayer unos compañeros chilenos, Venezuela se convierte en estos momentos en un parteaguas, la izquierda o está o no está con las revoluciones, con los pueblos, con los procesos verdaderamente transformadores y aquí están en Venezuela los que tienen que estar.
Pero, sin embargo, le hemos enviado también un mensaje a esa otra izquierda, tal vez confundida por tanto bombardeo mediático, por tanta información falsa, tergiversada que evalúen quién nos ataca, con qué ferocidad nos atacan, quiénes son, y si usted tiene el mapa de actores claro, usted si es de izquierda sabrá a quién tiene que defender y a quién tiene que apoyar.
¿Cuál es la trascendencia precisamente de que esta clausura del Foro de Sao Paulo coincida con el cumpleaños 65 del Comandante Hugo Chávez?
Imagínense ustedes, precisamente el Comandante Chávez es un referente para las revoluciones y para la izquierda mundial; él incluso tuvo la osadía de querer convocar una quinta internacional para rescatar desde la esencia más pura el Socialismo y para readaptarlo a estos tiempos históricos.
En su cumpleaños 65, para el pueblo venezolano hoy es un día de felicidad, de privilegio por haberlo tenido, para el pueblo cubano también, para los pueblos de Nuestra América, tuvimos al Comandante Chávez y lo seguimos teniendo y que coincida con este movimiento fuerte de la izquierda a través del Foro de Sao Paulo, es creo que el mejor regalo que le podemos dar al pueblo venezolano, a los pueblos del mundo y al espíritu del Comandante Hugo Chávez.
Es decir, no es una casualidad, es una causalidad…
Es una causalidad y yo estoy seguro que los organizadores del Foro de Sao Paulo lo vieron así también, porque, además, fíjense qué bonito, comenzó el 24, que es el cumpleaños del Libertador Simón Bolívar, 236 años, y culmina el 28, que se cumplen 65 años del nacimiento del redentor de los humildes de estos pueblos que es el Comandante Hugo Chávez.
Arreaza, es imprescindible una pregunta sobre la agresividad de la administración Trump, todos los días amanecemos Cuba y Venezuela con una nueva sanción, con una nueva amenaza ¿Cómo se encuentran hoy el Gobierno y el pueblo venezolano para enfrentarlo?
Es una agresión insólita, además violatoria de cualquier principio del derecho internacional, de las relaciones civilizadas entre los pueblos, absolutamente fuera de lugar, salvaje podemos decirla.
Todos los días hay una decisión o una declaración o una amenaza y acciones concretas para perjudicar a Venezuela; este año en primer lugar, pero luego también y vinculándola con Venezuela a nuestra hermana Cuba, porque además se dan cuenta que es el gran proyecto, es la unidad, es el ALBA y más allá del ALBA la unidad de los pueblos de Nuestra América, el proyecto originario, la Patria Grande que estamos constituyendo.
Ahora, nosotros más bien cada una de esas sanciones nos fortalece, cada una de esas medidas ilegales nos va fortaleciendo, nos va obligando moralmente a buscar opciones, salidas propias, creativas a la agresión imperialista.
Ellos no conocen, no tienen conciencia de cuál es el carácter libertario y rebelde de nuestros pueblos. Mientras más nos agredan, más combustible será para que nos protejamos; y no solo para que nos defendamos, sino para que pasemos a una ofensiva definitiva y una victoria final.