Fidel. Cuando los sueños superan realidades

Por entonces los servicios especiales de Estados Unidos, sus agencias de noticias como la UPI y la AP introdujeron como en el caso de Guatemala durante el gobierno de Jacobo Arbenz el terror al comunismo y la manipulación que de esa propaganda se hacía para crear  la incertidumbre entre los diferentes sectores de la sociedad.

“¿Ustedes saben quiénes son los que tendrán que calificarnos a nosotros?  Las generaciones venideras.  Cuando se abra el libro de la historia de Cuba y se lea: “Allá por el año 1959 había un país con un régimen latifundista, militarista, de castas y privilegios y entonces un grupo de hombres empezó a hacer una Revolución y no se vendieron, ni claudicaron, sino que hicieron esa obra, hicieron la Revolución.  Hemos convertido las fortalezas en escuela…Entonces la historia tendrá facultades para juzgarnos. La historia vendrá a decir lo que nosotros hemos hecho y nos juzgaran por nuestra obra y dirán que salvamos a la Patria y que sentamos las bases de una Revolución en Cuba y en América”.

A casi seis décadas de aquella sentencia histórica de Fidel, paso a paso, y de manera demoledora, la dirección de la Revolución fue sentando las bases de un desarrollo político en la conciencia del pueblo, en el fortalecimiento de la unidad, desarticulando todo tipo de patrañas con las que los enemigos de la Revolución intentaban destruirla.

No bastaron los más de 600 atentados contra la vida de Fidel; la invasión mercenaria dirigida y financiada por el gobierno estadounidense y la CIA por playa Girón; las bandas de contrarrevolucionarios que crearon en toda Cuba y en especial en el sistema montañoso del Escambray,  y el criminal bloqueo económico y financiero que todavía subsiste, para brindar al mundo  un ejemplo de estoicismo y valentía de un pueblo, capaz de resistir y vencer.

Frente a todos esos vientos en contra, ¿Cuánto ha hecho la Revolución en materia de salud, educación en todos los niveles de la enseñanza, creando universidades y centros científicos capaces de producir en no pocos de éstos, vacunas para el beneficio humano para pacientes cubanos y de otros países, se incluye, además, los adelantos en el campo de la agricultura… En todo lo expuesto ha estado la inteligencia y el impulso de Fidel.

De seguro, la consolidación mayor de lo que Fidel preveía como juicio histórico de las generaciones futuras es su legado imperecedero y recogido en el concepto de Revolución,  documento que encierra el máximo de madurez política, de visión internacionalista, humanista y de enfrentamiento al enemigo imperialista. Una guía de conducta ética y revolucionaria como él preconizaba.



Por todo ello, no habría que buscar mucho más en los años que han transcurrido para constatar cómo las actuales generaciones agradecen lo hecho por Fidel  a partir del 26 de julio de 1953 cuando encabezó las acciones armadas tanto en Santiago de Cuba, como en Bayamo.

La cárcel, el exilio en México, el regreso a Cuba en el yate Granma cumpliendo su promesa,  de ser libres o mártires en 1956,  la Sierra y el Llano, marcaron, después de grandes sacrificios para el pueblo cubano  el triunfo del 1ro de enero de 1959.

Recibamos hoy, 13 de agosto, con alegría, respeto y admiración el nacimiento de nuestro Comandante en Jefe, del  combatiente ejemplar e inclaudicable, el organizador de la Revolución que nos trajo la libertad y la soberanía para siempre, así como el prestigio internacional alcanzado como bandera de lucha que aún perdura.


Nota

  • Antonio Núñez Jiménez. En Marcha con Fidel – 1959, Colección Cuba: La Naturaleza y el Hombre, Ediciones Mec Graphic, Ltd, La Habana, Cuba, p. 386.

 

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