¿Ignorancia o mala fe?

En estos se pueden incluir tanto los ideólogos del gran capital como los que integran la gran cofradía de poderosos medios de comunicación.

Estos personajes y medios son los que inventaron la llamada «cortina de hierro fabricada por los comunistas» o «el sueño americano», este último tan idílico como si en la nación norteña no sucediera nada negativo y todo el que llegue a su territorio puede comprar un auto de lujo, frecuentar los mejores lugares, alternar con la alta sociedad, disponer de una residencia con todas las comodidades, es el cielo en la tierra; tal como la imagen que describen las películas de Hollywood.

Pero lo que no dicen jamás es lo que está detrás de bambalinas. Si me permite citaré solo unos pocos ejemplos: la Declaración de Independencia de Estados Unidos, que data del 4 de julio de 1776, establece que «todos los hombres son creados iguales; son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables como la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».

Sin embargo, de qué igualdad se trata cuando conocemos que la abolición de la esclavitud no se produjo hasta casi un siglo después.

Pero hay más. Desde aquella lejana fecha hasta nuestros días el uso de la fuerza ha caracterizado a los sucesivos gobiernos yanquis directa o indirectamente, siendo ejemplos la matanza de su propia población aborigen para robarle sus tierras e ir creando lo que hoy es la Unión.

Y qué decir de las guerras imperiales para robar recursos de otros países; el amor irrefrenable a las armas de exterminio masivo; la entronización de la cultura de la violencia. Naturalmente, hay muchos ejemplos más que contradicen aquella Declaración de Independencia.

En suma, el llamado «sueño americano» en realidad es una pesadilla, no solo para los desfavorecidos y marginados de aquella nación, porque ya desde hace mucho se ha convertido también en una amenaza para el mundo.

En definitiva, lo del «sueño» es una píldora que podrán tragar los indiferentes, los ignorantes, o todo aquel que prefiera no saber para mantener su propio bienestar. Pero los justos y batalladores que luchan por un mundo mejor, continuarán en su bregar fustigando y denunciando tanta mentira.

«El que vive de la infamia, o la codea en paz, es un infame». José Martí.

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