Los antecedentes del genocida bloqueo contra Cuba. 1959-1961

Al aplicarse a Cuba la referida Ley se constata una contradicción más de la política exterior de Estados Unidos, pues no ha existido jamás una declaración de guerra entre ambos países, base indispensable para su aplicación.

Sin lugar a dudas, cuando en el 31 del presente mes de octubre se presente en Naciones Unidas, por 27 ocasión consecutiva, la demanda de Cuba para eliminar el bloqueo, una vez más se apreciará el aislamiento de Estados Unidos en relación con la mayoría de los países.

Erróneamente, pudiera pensarse, que el bloqueo financiero, económico y comercial contra Cuba por parte de Estados Unidos comenzó cuando John F. Kennedy asumió la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica como sucesor de Eisenhower (1953-1961) . Sin embargo, antes que ello aconteciera, el 20 de enero de 1961 y se produjera la oficialización del criminal bloqueo, el 3 de febrero de 1962, el gobierno del vecino del norte tomó incontables medidas destinadas a derrotar la Revolución Cubana desde los primeros meses del triunfo el 1ro. de enero de 1959. A las medidas adoptadas se sumaron otras de carácter diplomático y de subversión interna, las que se incrementarían de la manera más cruel y oportunista durante la década de los años 60s.



La primera medida que mostró las cartas de la Administración estadounidense con respecto a la Revolución Cubana fue adoptada desde los primeros días del triunfo del 1ro. de enero de 1959. Desde entonces dieron abrigo consciente a criminales de guerra, políticos corruptos que compartieron o apoyaron la criminal dictadura batistiana y también a ladrones de toda laya que robaron las arcas contenidas en el Banco Nacional de Cuba y que fueron situadas en los bancos de la Florida, y que las autoridades estadounidenses se negaron a devolver a Cuba.

Para colmo, sí impedía la compra de armas y aviones en países como Inglaterra destinadas a fortalecer la defensa cubana. La firma de la Ley de Reforma Agraria, el 17 de mayo de 1959, produjo un escalonamiento agresivo que ya vislumbraba medidas insertas en una forma de bloqueo que abarcaría, sin declararlo hasta entonces.  

Para sus planes contaría con el espaldarazo de los principales medios de comunicación estadounidenses, y también por otros en manos de gobiernos reaccionarios e impopulares representados en la OEA.

Antes de finalizar el año 1959 ya los servicios especiales de la nación estadounidense tenían conformada su visión, errada por cierto, de cómo poder destruir a la Revolución Cubana y su ejemplo, a partir de la organización de un virtual movimiento contrarrevolucionario interno que desembocara en una invasión armada. Sería un último recurso a partir de una agresión en gran escala después de numerosas medidas contra la Isla.

En un documento desclasificado en 1991, y firmado por el subsecretario de estado Lester D. Mallory, de fecha 6 de abril de 1960, se dice con respecto a Cuba:

El único medio previsible para enajenar el apoyo interno es a través del desencanto y el desaliento basadas en la insatisfacción y las dificultades económicas… Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Una línea de acción que tuviera el mayor impacto es negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

A partir de aquellos momentos, pero fundamentalmente con la aprobación del “Programa de presiones económicas contra el régimen de Castro“, en junio de 1960, se estableció el fin del comercio bilateral, la retirada de grandes inversiones, la prohibición del turismo norteamericano hacia Cuba, el despojo de la cuota azucarera y la prohibición de exportaciones estadounidenses a Cuba considerado ello un paso decisivo hacia el bloqueo, apoyado por las maniobras de aislamiento internacional que se realizaban través de la OEA y en otros organismos internacionales.

Las presiones de importantes monopolios estadounidenses con fuertes intereses en Cuba sintieron las coacciones de la Administración de la Casa Blanca. Así sucedió con los principales suministradores de petróleo como la TEXACO, ESSO y SHELL, las que decidieron suprimir el suministro de petróleo a Cuba además de negarse a procesar el crudo proveniente de la URSS. Ello ocurría el 29 de junio de 1960.

Si bien lo anterior sucedía, pocos días después el 6 de julio se adoptaron medidas para eliminar las importaciones de azúcar cubana al mercado estadounidense.



El gobierno de Estados Unidos decidió, de golpe y porrazo, suprimir la adquisición de 700 mil toneladas de azúcar que se encontraban en los almacenes de la isla. Sería la primera decisión de suma importancia tomada por Eisenhower en la guerra económica que Estados Unidos sostenía contra Cuba, y se concretó en la firma de la Ley que suspendía las compras estadounidenses de azúcar cubana, producto que encabezaba las exportaciones de la mayor de las Antillas.

Estados Unidos siempre fue el más importante mercado para el azúcar cubano. En el momento de comenzar a implantarse el bloqueo adquiría de Cuba 3 119 655 toneladas del producto.

La reacción del Gobierno Revolucionario no se hizo esperar. Por ello, se aprobó la Ley No. 851 disponiendo la nacionalización de 26 importantes empresas estadounidenses, figurando todas las empresas azucareras diseminadas por el territorio nacional, y que incluía a la United Fruit Company, así como la ESSO Standard Oil, S.A. División Cuba; la Texas Company West Indies ( Ltd ); Sinclair Cuba Oil Co. S.A., la Compañía Cubana de Electricidad y la Cuban Telephone Company.

Indiscutiblemente, todas estas nacionalizaciones de carácter antiimperialista y que se produjeron como valiente respuesta a las agresiones de Estados Unidos de carácter económico agilizaron los pasos hacia la desaparición total de la propiedad privada capitalista sobre los medios de producción.

En menos de dos años, Cuba mostraba un expediente muy avanzado en cuanto a las transformaciones revolucionarias.

Sin dudas, el Presidente Eisenhower pasará a la historia como el mandatario que gestó las primeras medidas que conformaron el bloqueo a Cuba. Agresivo, lleno de odio hacia un proceso revolucionario triunfante a 90 millas de las costas del vecino del norte, sería apoyado por los intereses más oscuros de la industria armamentista de su país y sellando su mandato presidencial con el rompimiento de las relaciones con Cuba, el 3 de enero de 1961.

Con su profunda visión de los acontecimientos que se avecinaban a partir de los hechos acumulados y agresivos contra Cuba, Fidel alertó el 4 de marzo de 1961, en su discurso por el 1er. aniversario del sabotaje al vapor La Coubre, de cómo ya “están planeando un bloqueo total” y al cual calificara de “genocidio económico contra nuestro pueblo”, el 1ro de enero de 1979.

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