Los pueblos de nuestra América en la vida y obra de José Martí (5)

De América soy hijo: a ella me debo.
José Martí


José Martí no sólo consagró su vida a la causa de la independencia de Cuba, sino también pensó y actuó en favor de los pueblos que conformaban lo que él calificó como Nuestra América.

Martí incluso vivió, más allá de Cuba, en tres países de América Latina, MéxicoGuatemala y Venezuela. También tuvo la posibilidad de visitar otros o hacer estadías más breves.

El primer país donde residió más allá de su tierra natal fue México entre febrero de 1875 y finales del siguiente año.

Después  vivió en Guatemala entre abril de 1877 y agosto de 1878. En el caso de Venezuela estuvo entre enero y julio de 1881.

Martí se refirió a América Latina en trabajos que elaboró y también en algunos discursos.

En el discurso conocido como Madre América, el 15 de diciembre de 1889 durante una velada artístico literaria, en la Sociedad Literaria Latinoamericana en la que participaron los delegados latinoamericanos que asistieron a la Conferencia Internacional Americana, en Estados Unidos señaló:

“Por eso vivimos aquí orgullosos de nuestra América, para servirla y honrarla. No vivimos, no, como siervos futuros ni como aldeanos deslumbrados, sino con la determinación y la capacidad de contribuir a que se la estime por sus méritos y se la respete por sus sacrificios…”

Además expuso la siguiente interrogante:

“¿Adónde va la América, y quién la junta y guía?” Y respondió: “Sola, y como un solo pueblo, se levanta. Sola pelea.”

Martí resaltó en esa oportunidad:

“¡Sólo perdura, y es para bien, la riqueza que se crea, y la libertad que se conquista, con las propias manos!”

Particularmente significativo también fue el trabajo suyo que con el título Nuestra América se publicó en los Estados Unidos de América inicialmente  en la Revista Ilustrada de Nueva York el primero de enero de 1891 y después fue reproducido el 30 del propio mes y año por El Partido Liberal de México.

José Martí destacó que los pueblos latinoamericanos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos y aseguró que los que se enseñan los puños, como hermanos celosos, que quieren los dos la misma tierra, o el de casa chica, que le tiene envidia al de casa mejor, han de encajar, de modo que sean una, las dos manos.

Instó  a lograr la unidad para poder enfrentar los peligros que tenían ante sí los pueblos latinoamericanos y acerca de ello enfatizó: “¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!  Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”

Tras exponer consideraciones sobre las características de los gobiernos y las de lo que asumían funciones de dirección definió una estrategia para lograr la defensa de la historia y la cultura de los pueblos latinoamericanos ya que afirmó:

“Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas.”

Comentó la  importancia de la lucha para consolidar la independencia conquistada por un número de países de América así como detalló el compromiso que había que tener con los que todavía sufrían la explotación colonial.

Y seguidamente expresó:

“Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores.”

José Martí también hizo referencia a la actitud y las tareas que tenían ante sí las nuevas generaciones de latinoamericanos.

Señaló que los jóvenes de América  se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor.

Y añadió: “Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase de esta generación.”

Y con respecto a la  posición que debían asumir los pueblos latinoamericanos frente a la presencia de su poderoso vecino del norte, Martí manifestó: “El desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor de Nuestra América; y urge, porque el día de la visita está Ppróximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe.”

Puntualizó lo que era necesario que hicieran los pueblos para garantizar su defensa puesto que  enfatizó que han de tener una picota para quién les azuza a odios inútiles; y otra para quién no les dice a tiempo la verdad.

Reflejó además su criterio en cuanto a la tendencia de tratar de dividir a los hombres por razas y expresó que pecaba contra la Humanidad el que fomente y propague la oposición y el odio de las razas.

Igualmente detalló conceptos trascendentales como el referido al papel de las ideas al señalar: “Trincheras de piedras vale más que trincheras de piedras.”

De Martí y su proyección latinoamericanista han expuesto consideraciones  destacados investigadores cubanos.

A manera de ejemplo cito lo señalado al respecto por el doctor Emilio Roig de Leuchsenring, quién resaltó:

«Quien haya estudiado acuciosamente, con amplio espíritu comprensivo, en sus hondas raíces y en sus trascendentales proyecciones, la ideología político-revolucionaria de Martí, no puede encerrar en los estrechos límites de lo cubano su apostolado y su martirio, sino que le es necesario reconocer y proclamar que su vida y su obra tienen preciso e invariable carácter americanista e internacionalista, al extremo de poder sostenerse con toda justicia que para él la independencia de Cuba y Puerto Rico no es un fin sino un medio; el paso indispensable para lograr la consolidación y engrandecimiento de las repúblicas de esta parte del Nuevo Mundo a la que amorosa y orgullosamente llamó Nuestra América y Madre América, y con vistas al empeño mayor de hacer obra universal, anchamente humana».

El doctor Roig también destacó:

“Y porque así lo pensó llevar a cabo, estudió Martí profundamente, hasta conocerlos a plenitud e identificarse por completo con ellos, la historia, los problemas, las necesidades, las glorias y las desgracias, no solamente de Cuba sino de todos los pueblos de la América nuestra, y también el peligro gravísimo que para ella significaba “la influencia y la atracción” de la que él denominó “la otra América”.

Autores

  • Licenciado en Periodismo, escritor, investigador de la Historia. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Ha laborado en la radio durante algo más de 50 años en la creación de programas históricos y culturales. Desempeñó funciones de Dirección. En la radio y la televisión ha sido asesor y escritor de guiones. También ha colaborado para diversas plataformas digitales. Ha publicado 15 libros. Es miembro fundador del Icrt, y se le han otorgado varios reconocimientos como Maestro de Radialista, Honrar, honra, Premio Patria y la Utilidad de la Virtud por la Sociedad Cultural José Martí. Ha impartido conferencias magistrales y pertenece al grupo asesor de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

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  • Lic. María Salomé Campanioni → Periodista y Editora de Plataformas Digitales. Fundadora del sistema web y del Portal de la Radio en Internet. Creadora del primer perfil de Twitter en la radio (@radionline). Casi 40 años de labor ininterrumpida en la Radio. Reportera radial, redactora, editora web, directora del Noticiero Exclusivo de Radio Rebelde, y jefa de información del premiado espacio informativo Haciendo Radio. Trabajó en la emisora Radio Reloj donde creó el movimiento de corresponsales y colaboradores del canal informativo más antiguo del mundo. Premiada en varios festivales nacionales de la radio al que también asistió como jurado de Internet. Analista y Especialista principal del Sistema Digital. Fundadora del Grupo de Redacción Nacional de Internet de la Radio Cubana. Asesoría en la fundación de la Revista Digital En Vivo. Miembro del Equipo Especializado de la Radio Cubana para la cobertura de eventos de primer nivel. Podcaster y Gestora de Medios Sociales. Comunicadora. Correo: campanioni@gmail.com

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