Niega Estados Unidos a otros pueblos el derecho a la vida

La enfermedad causada por el nuevo coronavirus es un gran desafío y ha demostrado que el mundo necesita un nuevo tipo de relaciones, en el que no tienen cabida egoísmos y actitudes como la de Estados Unidos que con fines políticos presiona y persigue la ayuda médica cubana, negándole a otros pueblos el derecho a la vida.

En medio de la crisis sanitaria mundial, la administración del presidente estadounidense, Donald Trump ha intensificado sus mentiras sobre la asistencia que en materia de salud brinda el archipiélago, intentado vincularla con la trata de personas.

Sus ataques se volvieron a hacer patentes en el quincuagesimo octavo Consejo Directivo de la OPS, Organización Panamericana de la Salud, donde intentó bloquear infructuosamente la elección de la Mayor de las Antillas para ese órgano.

Definitivamente Washington no aprende la lección. Cuba es reconocida a nivel mundial por su posición altruista y generosa. Desprovista de cualquier interés o intenciones políticas, la asistencia médica cubana sólo ha permitido salvar vidas y que millones de personas tengan acceso a la atención sanitaria.

Cualquier calumnia ha sido desmentida por los constantes pedidos de ayuda de gobiernos y pueblos, y su agradecimiento, del cual fue testigo la OPS.

Sin el apoyo de Cuba no habríamos podido contener la pandemia, esas fueron las palabras de la ministra de Salud de Santa Lucía, Mary Isaac, ante la entidad regional.

En igual sentido se pronunciaron los representantes de Haití. San Cristóbal y Nieves, Barbados y Venezuela, quienes agradecieron el solidario gesto de Cuba de enviar a sus territorios a profesionales de la salud para ayudar en el enfrentamiento a la COVID 19.

De despreciable calificó Cuba la campaña de Estados Unidos, que se ha dedicado a comprar falsos testimonios para intentar documentar las ilegales acusaciones, y que como es de esperar desconoce la opinión de gobiernos y de millones de personas en el mundo.

Como es el caso del Programa Más médicos, de Brasil, en el que a petición del entonces gobierno del Partido de los Trabajadores participó la nación caribeña, y sobre el cual, reveló  un estudio de la Universidad Federal de Minas Gerais, 95 por ciento de los pacientes dijo estar satisfecho o muy satisfecho.

La iniciativa, de amplio impacto social y objeto de los ataques norteamericanos por la presencia de Cuba, permitió que de agosto de 2013 hasta noviembre de 2018 fueran atendidos por los médicos cubanos más de 113 millones de pacientes en 3600 municipios, llegando a proveer de cobertura de salud permanente a 60 millones de brasileños.

Lamentable que cuando el mundo necesita aunar esfuerzos y hacer de la solidaridad una práctica cotidiana, Estados Unidos, con fines políticos, amenace a los organismos internacionales y regionales, intente dividir y obstaculizar una respuesta coordinada frente a  la COVID 19.

 

 

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