No cejan en el empeño baldío

Es decir, el mismo pensamiento retrógrado y perverso de siempre, basado en la conquista, la codicia, la usurpación, sin el más mínimo respeto a derechos ajenos.

Veamos otra arma de penetración que viene utilizando la Casa Blanca, esta vez contra uno de los tesoros más valiosos de la revolución cubana: la juventud.

Una ONG «sin fines de lucro», la World Learning, extiende sus tentáculos intentando fomentar patrones de conducta consumista e individualista en nuestros muchachos y muchachas, de entre 16 y 18 años.

Son varias las instituciones que sustentan y financian el desarrollo de tales acciones, presididas por la USAID, que aporta cifras millonarias para lograr la subversión ideológica en Cuba, bajo la égida, por supuesto, del Departamento de Estado.

Según sus objetivos, dicen trabajar en programas educativos e intercambios culturales que desarrollan en el verano.

Naturalmente, dicho así parecieran objetivos altruistas; sin embargo, muy pronto ha enseñado las garras, pues se trata de la ambición de siempre, no otra que influir en la política y la ideología en jóvenes de más de 140 países.

Claro, para los cubanos nada de esto asombra; hace más de 50 años conocemos estas maniobras encubiertas que el propio imperio nos ha enseñado a descubrir rápidamente.

En términos específicos, la World Learning se propone desarrollar determinadas herramientas que sirvan de plataforma para erigir un modelo de joven acorde a sus intereses.

Por ejemplo, «desarrollar habilidades para hablar en público», «trabajar en equipo», «fomentar el consumo», «negociar», «solución de conflictos y problemas», «defender derechos propios».

En definitiva, busca promover en nuestros muchachos el individualismo e interés personal por encima de la sociedad en su conjunto; además, fomentar el interés por crear un joven líder que, a la postre, no sería más que un fiel servidor de un sistema degradado que pugna por mantener su hegemonía.

Faltaría señalar cómo intentan materializar estos planes: pues, de una forma introduciendo en nuestro país turistas en busca de jóvenes con el objetivo de llevarlos como becarios a los Estados Unidos; y de otra, mediante la captación, a través de internet y las redes sociales, ofreciendo becas en el extranjero y beneficios materiales; todo ello para desmontar los logros de la Revolución o volverlos en su contra. Ni más ni menos.

Hay que dejar muy claro lo siguiente: esta organización no ha contado con la autorización de Cuba, por tanto su accionar es ilegal.

Por otra parte, como es conocido, han tenido lugar múltiples intercambios académicos con estudiantes universitarios norteamericanos, lo que prueba que nuestro país siempre estará dispuesto y nunca se opondrá a tales actividades, siempre que sean bajo el RESPETO MUTUO; lo contrario afecta nuestro decoro y soberanía, y eso jamás sucederá.

Esta es solo una parte del empeño por someternos, a lo que nunca renunciarán, pero también nos produce la certidumbre de la necesidad de continuar rasgando la piel al empecinado villano.

Los pinos nuevos de la Patria -como los llamó el Apóstol José Martí- tienen la palabra, como ya lo han hecho denunciando por todas las vías posibles estas groseras intenciones.

Produce placer constatar cómo defienden, con argumentos irrebatibles, el decoro de la nación cubana. Saben que hay dos únicos senderos; uno, ser siervos, y el otro, ser dignos.

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