Participar, esencia del Sistema Político Cubano

Declarado como un sistema político en transición al socialismo, el cubano destaca por su autenticidad, legitimidad y características muy propias, con un alto nivel de gobernabilidad y  apoyo popular.

Según el profesor de La Universidad de La Habana, Dr. Daniel Rafuls Pineda, la categoría sistema político es mucho más amplia:

«Es el conjunto de instituciones estatales y no estales, normas de proceder y reglas políticas articuladas de manera integral alrededor de un sistema de una proyección jurídica, con reglamentaciones jurídicas. Tiene que ver con la cultura y la ideología política, la historia del pueblo cubano, pero está marcado sobre la base de un sistema económico hegemónicamente, donde domina la propiedad social sobre los medios de producción y un sistema político general que transita al socialismo».

Dr.Daniel  Rafuls Pineda, profesor de la Universidad de La Habana Visto ello, el sistema político cubano es la combinación de las ideas independentistas y humanas de José Martí, de las proletarias de Vladimir I. Lenin y las progresistas de Fidel Castro, matizadas por un amplio sentido de identidad y cubanidad.

Rafuls agrega que «tiene sus orígenes en la propia existencia de la cubanía, incluso antes, cuando se estaba hablando de las luchas populares que encabezó Hatuey, las distintas luchas populares que llegaron hasta el Triunfo de la Revolución en enero de 1959. Asimismo con una serie de regulaciones políticas-jurídicas que tuvieron lugar con la elaboración de las primeras constituciones, donde el propio Félix Varela tuvo una importancia grande, y las cuatro constituciones mambisas: Guáimaro, Baraguá, Jimaguayú y La Yaya. También está relacionado con las constituciones del Siglo XX cubano: la de 1901 y 1940. Y después del período revolucionario, con la Ley Fundamental de la República, que provocó una ruptura con los anteriores proyectos políticos legislativos, pero marcó el antecedente inmediato de la Constitución Cubana en 1976…»

Además de los elementos idiosincráticos e ideológicos, imprescindibles dentro de cualquier sistema, son de suma importancia los aparatos institucionales que hacen cumplir las leyes.

El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, José Luis Toledo Santander menciona que el Sistema Político Cubano lo conforman, también, las instituciones del Estado y sus funciones, las organizaciones de la Sociedad Civil Cubana y su papel dentro de la sociedad.

Infografía de la Asamblea Nacional del Poder Popular

La estructura institucional del Sistema Político Cubano la encabezan los órganos superiores del Poder Popular, que son la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros y el Consejo de Defensa Nacional. A estos se incorporan organizaciones de masas como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), el Partido Comunista de Cuba (PCC), la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y demás Organizaciones de la Administración Central del Estado (OACE).

En la política doméstica del país la ciudadanía utiliza los organismos del poder civil para, a través de ellos, participar. Estos son las Asambleas Municipales del Poder Popular y también sus direcciones provinciales.

Mediante estos los delegados pueden formar parte del proceso de discusión de las distintas comisiones de la Asamblea Nacional y llevar, en acto, puramente democrático, los problemas de la comunidad a la nación.

Las Asambleas del Poder Popular (ANPP), constituidas en las demarcaciones político-administrativas en que se divide el territorio nacional, son los órganos superiores locales del poder del Estado, y, en consecuencia, están investidas de la más alta autoridad para el ejercicio de las funciones estatales en sus demarcaciones respectivas y para ello, dentro del marco de su competencia, y ajustándose a la ley, ejercen gobierno.

Además, coadyuvan al desarrollo de las actividades y al cumplimiento de los planes de las unidades establecidas en su territorio que no les estén subordinadas, conforme a lo dispuesto en la ley.

Las Administraciones Locales que estas Asambleas constituyen, dirigen las entidades económicas, de producción y de servicios de subordinación local, con el propósito de satisfacer las necesidades económicas, de salud y otras de carácter asistencial, educacionales, culturales, deportivas y recreativas de la colectividad del territorio a que se extiende la jurisdicción de cada una.

Para el ejercicio de sus funciones, las Asambleas Locales del Poder Popular se apoyan en los Consejos Populares y en la iniciativa y amplia participación de la población y actúan en estrecha coordinación con las organizaciones de masas y sociales.

Un eslabón primordial en el proceso de participación política del Sistema Político Cubano lo posibilita su aparato electoral, el cual brinda derecho a intervenir en la dirección del Estado a todo ciudadano cubano con capacidad legal, ya sea directamente o por medio de sus representantes.

Los candidatos elegidos deben superar los 16 años y ser mayores de 18 años sin son postulados para miembros de la Asamblea Nacional. Estos son seleccionados por el pueblo en asambleas públicas y soberanas. En el proceso de las elecciones debe primar la total transparencia  y el candidato será electo si obtiene más del 50 por ciento de los votos válidos emitidos.

Entre dos y ocho ciudadanos pueden ser elegidos como candidatos a delegados de las Asambleas Municipales. El proceso electoral cubano está sustentado sobre una fuerte estructura ética y moral, por ello muestra tal transparencia y evita la politiquería basada en la propaganda, la publicidad y la campaña por la candidatura.

La participación ciudadana

Una parte del proceso en donde el ciudadano común se vuelve el centro de la atención del aparato político son las rendiciones de cuenta de los delegados a los electores. Con esto se aspira a una mayor eficiencia en la gestión del gobierno.

 

Asamblea de rendición de cuenta

Durante su celebración, los electores tienen derecho de pedir cuentas a sus delegados sobre la gestión de gobierno en un período determinado. La interacción del delegado con sus electores de manera transparente y horizontal posibilita, además, revertir las opiniones negativas del funcionario en la localidad y acercar la gestión del gobierno a la comunidad.

Este acercamiento permite el mejoramiento del aparato local y la optimización de su trabajo, lo que posibilita la resolución de problemas e ineficiencias en la gestión de la localidad.

El objetivo del trabajo comunitario es consolidar el proyecto cubano de desarrollo socialista, mediante la cohesión de esfuerzos de todos para lograr el mejor aprovechamiento de las potencialidades de la comunidad a partir de sus intereses y necesidades.

Todo ello con una premisa, la del respeto a esa comunidad y sus tradiciones, características culturales, con un fuerte componente en los principios de cooperación y ayuda mutuas.

Con la celebración a partir del mes de febrero del actual año del primer Taller de Trabajo Comunitario Integrado, las Asambleas Provinciales del Poder Popular contaron con un espacio desde la visión regional para hablar de la coherencia de un trabajo en cada uno de sus territorios.

El trabajo en la comunidad

Roberto de Armas, jefe del Área de Información y Análisis de la ANPP, expresó a la prensa que durante esos talleres se intercambió sobre las experiencias del trabajo en cada territorio. En el de La Habana, por ejemplo, se debatió sobre el trabajo comunitario de todas las provincias occidentales, en el taller que sesionó en Sancti Spíritus reflexionaron sobre ese particular las comunidades de las provincias del Centro y las de Oriente debatieron sobre cómo se expresa la participación popular durante el evento realizado en Las Tunas.

Esos encuentros evidenciaron además la ausencia de un diagnóstico que abarque los problemas de la comunidad y propuestas de solución a partir de las particularidades del entorno local.

Todos los Talleres de Trabajo Comunitario Integrado fueron acompañados por dirigentes de la UJC, el Ministerio de Educación (MINED), la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y el Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC).

No obstante las fuertes críticas y ataques desde intereses ajenos a la verdadera democracia y la gobernabilidad, el Sistema Político Cubano, con autenticidad y sabor propio, se adapta a los nuevos tiempos, trabaja para y por la sociedad actual, sin renunciar ni un ápice a nuestros principios de indepedencia y soberanía.

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