Los ponentes reseñaron los antecedentes históricos acerca del surgimiento de Radio Reloj, emisora que por su estructura y forma peculiar de transmitir información noticiosa, es única de su tipo en todo el orbe, y cuenta con una gran audiencia, tanto en la mayor isla de las Antillas, como fuera de nuestras fronteras geográfico-culturales.
Según los panelistas, el señor Gaspar Pumarejo, basado en una experiencia adquirida en el exterior, fue a quien se le ocurrió la idea de fundar una emisora que solo divulgara noticias, y por consiguiente, le “vendió” dicha iniciativa a los hermanos Goar y Abel Mestre, dueños del Circuito CMQ Radio, que la hicieron suya. Así salió al aire, el primero de julio de 1947, durante 14 horas diarias, la emisora que más se escucha en nuestro archipiélago, sobre todo en el horario matutino.
La primera información de envergadura que transmitió Radio Reloj fue la relacionada con los sangrientos sucesos de Orfila, acaecidos en la capital cubana durante el gobierno del presidente Ramón Grau San Martín.
La planta entraría de lleno en el devenir histórico de la nación cubana, el 13 de marzo de 1957, fecha en que José Antonio Echeverría, eterno presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), tomara por asalto Radio Reloj y difundiera en su voz, para la audiencia nacional, la noticia del ajusticiamiento en Palacio del déspota tropical.
Los disertantes precisaron que los locutores y periodistas que laboran en esa emisora tienen un gran sentido de pertenencia, y cuidan -con celo digno del más cálido elogio- los espacios emblemáticos de Radio Reloj: el Matutino, Enfoque, la Revista Semanal, y desde hace algún tiempo, La Voz del Oyente.
Entre otros aspectos se refirieron a la redacción, columna vertebral de la emisora, y donde se elabora la información, cuya confección requiere de un trabajo integral, que incluye la Página Web, las redes sociales y todo cuanto tiene que con la noticia.
Por lo tanto, Radio Reloj no se parece, en nada, a ninguna otra emisora nacional o foránea, acotaron. En ese contexto informativo se utiliza la plantilla que consta de 16 líneas para el Boletín Informativo y de 14 ½ para la Revista Semanal. Sobre esta plantilla trabajan los redactores, los reporteros y los corresponsales.
Tanto los reporteros como los corresponsales deben buscar la noticia y olfatearla dondequiera que esté, y cuando la tengan in menti, imprimirle un estilo peculiar a su manera de redactar, para que el locutor o locutora pueda transmitirla con profesionalidad, objetividad y veracidad. Para materializar en la praxis ese objetivo es necesario tener talento, inteligencia global y emocional, creatividad y amor inmenso al ejercicio periodístico.
Los ponentes reiteraron que la inmediatez es una de las características esenciales que identifican a Reloj en el mundo de la radiodifusión insular.
Entre otros temas de palpitante actualidad, profundizaron en el hecho de que se trata de evitar -por todos los medios disponibles- el triunfalismo y la edulcoración de la realidad, por lo que el periodismo de investigación es el que prevalece en ese medio.
Mención aparte merece, en opinión de los panelistas, el espacio La Voz del Oyente, la cual es expresión genuina de ese tipo de periodismo que, hoy por hoy, se hace en Radio Reloj. Ese buzón radial recepciona las quejas formuladas por la población cubana a través de teléfonos habilitados para ese objetivo o por el correo electrónico.
Una vez recibidas las críticas, se pesquisan, y en el menor tiempo, instituciones u organismos involucrados deben ofrecer respuestas concretas a los oyentes. Para llevar a cabo ese trabajo es necesario poseer valores éticos, patrióticos, culturales, humanos y espirituales, que el profesional de la prensa debe descubrir en los grandes maestros del periodismo que hemos tenido -y tenemos- a todo lo largo y ancho de la Perla del Caribe.
Una vez concluidas las exposiciones se generó un interesante debate en torno a si Radio Reloj debía cambiar su estructura o no. La respuesta no se hizo esperar: si se cambia la estructura o el funcionamiento de Radio Reloj deja de ser la emisora que es y será, y se convierte en otra cosa…, pero ello no quiere decir que no dinamice sus métodos de trabajo y se coloque, por derecho propio, a la vanguardia de los cambios tecnológicos que ya forman parte de nuestro quehacer cotidiano, tanto en el campo de la locución, como en el del ejercicio periodístico.