Siguen inventando

Y pensar que aún algunos sostienen que el gobierno de Estados Unidos no es fascista; bueno, si no le es, entonces es lo más parecido, porque como actúa el imperio, así actuaban aquellos.

También puedo decir que, en mi opinión este ser anómalo que preside a Estados Unidos  es un buen discípulo de Hitler. Aquel quería poseer a las naciones y este también; quería bombardear indiscriminadamente y este igual; el del bigotico se reía del sufrimiento ajeno y el payaso prepotente también. ¿Entonces?

Ahora se nos aparecen con otro de sus inventicos que, como los demás, están destinados al fracaso. Lo denominan «Proyecto Pasca», fíjese que no es «pesca» de pescar dinero, no piense mal, sino «pasca», es decir, «Participación de la Sociedad Civil en la Cumbre de las Américas».

¿Cuál es su objetivo? Pues promover la participación de grupos anticubanos en los foros regionales de la Organización de Estados Americanos (OEA), para hablar mal del gobierno cubano y, lógicamente, que impacte en los grandes medios de comunicación, los mismos  que esperan ansiosos por este tipo de información; es algo así como un matrimonio de ocasión en luna de miel, con los gastos pagos y mucho más; y así también son felices.

Fíjese usted que maraña hacen si de denostar a la isla se trata. Ya no es solamente que el gobierno estadounidense dedique grandes sumas de dólares en su presupuesto para aplastar al gobierno cubano.

Es que todo esto pasa por un vericueto tal que asombra. Por ejemplo, el «Pasca» es operado por la Red Latinoamericana y del Caribe por la Democracia; ésta a su vez recibe dinero de la Fundación Freedom House, organización radicada en Washington que funciona con el dinero del Departamento de Estado.

Ya ve, todo gira alrededor de los dólares, porque es la única palabra alrededor de la cual giran todas sus acciones.

¿Quiénes se prestan a esta nueva payasada de ese engendro y las anteriores? Le mencionaré solo seis nombres porque son muchos más: Guillermo Fariñas, Rolando Rodríguez Lobaina, Antonio Rodiles, Elizardo Sánchez, Roberto de Jesús Guerra, y José Daniel Ferrer. 

Son como muñequitos  que bailan a las órdenes del titiritero; o como ratoncitos felices porque tienen la aprobación del gato. ¡Cuidado! porque un personaje del imperio dijo en cierta ocasión que los Estados Unidos no tenían amigos, tenían intereses.

Al final son  seres tan depravados como infelices porque jamás han conocido el significado de dignidad y decoro. Y la recién concluida VIII Cumbre de las Américas, en Perú, lo demostró con ejemplos irrefutables.

«La honra puede ser mancillada. La justicia puede ser vendida. Todo puede ser desgarrado. Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás». José Martí

Silvio

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