Un triunfador y su sistema

Se sentirá muy orgulloso, cuando se vea en la lista de la clase alta, y le llamarán Don aunque sea joven.En definitiva, se convertirá en un producto de su sistema. Llegará a ser un anciano convencido de la “trascendental importancia” que tiene la sociedad de consumo, no importa a costa de qué.

Donald Trump (14 de Junio 1946-Nueva York, multimillonario ejecutivo y empresario, aspira a la presidencia de Estados Unidos) ¿Quién es este hombre? Empecemos por decir que hace pocos años ocupaba el puesto 19 entre los más ricos de este mundo, en una  lista que confecciona la revista Forbes. Son múltiples sus propiedades y negocios de todo tipo; por ello me referiré sólo a los más llamativos: dueño de la famosa Torre Trump, emblema de su imperio inmobiliario, actividad que llegó a convertirse en una de las más increíbles del mundo de bienes raíces; dueño también de los  hoteles Gran Hyatt y Plaza, ambos  de Nueva York, así como de cuatro famosos Casinos.

Se ha costeado lujos impresionantes, entre ellos: el Yate The Princess, considerado en su momento el más grande del mundo; obtuvo un 5% de las compañías American Airlines y Eastern Air Lines; con una de sus esposas vivió en un lujoso apartamento de tres pisos ubicado en la cima de la Trump Tower; adquirió una casa valorada en 7 millones de dólares y otra mansión de 47 habitaciones en Connecticut; un avión Boeing 727 y seis helicópteros. Pero no todo  son negocios y propiedades; también ha trabajado “por la cultura”. Vea usted el título  de un libro de su autoría “Think Big and Kick Ass in Business and Life” es decir, “Piensa Grande y Patea Traseros en Negocios y la Vida”, con el cual regaló 100 dólares a los primeros 100 compradores del libro adquirido en una librería de la 5ta Avenida de Manhattan. Not comentary.

Si utilizamos la más elemental lógica podemos hacernos varias preguntas.  ¿Será posible que este hombre dedique parte de sus neuronas a pensar en los humildes y marginados del mundo? ¿Utilizaría una pequeña parte de su enorme fortuna para aliviar las penurias de los mendigos que existen en su propio país?, ¿si resulta Presidente de Estados Unidos trabajará fuertemente para el desarrollo de los pueblos del Tercer Mundo, recortando significativamente los presupuestos dedicados a las guerras?, ¿aumentará los impuestos a los ricos de su país e inversamente rebajará los de los pobres? En mi opinión la respuesta es un NO rotundo, porque, precisamente, las riquezas insultantes de los pocos sólo se obtienen de los muchos como  fuente nutricia permanente. De lo contrario no existirían ricos.

La verdad está delante de nuestros ojos, nos insulta y agobia, pero a la vez nos llama a soñar y  luchar para revertir las cosas en este mundo que parece derrumbarse por el egoísmo.

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