Una radio por siempre rebelde

La Guerra Necesaria fue -más que comienzo- continuación de la campaña emprendida años antes por Carlos Manuel de Céspedes, Padre la Patria.

En 1958, también 24 de febrero, en la Sierra Maestra surcó por primera vez el éter Radio Rebelde, clarinada mediática de la Revolución Cubana cuyo propósito fue romper el cerco informativo que imponía la tiranía de Batista.

Con el emocionante y patriótico clamor de «¡Aquí, Radio Rebelde!», en voz de Violeta Casals, Cuba inauguró su radio insurreccional, libertadora, intransigente, abanderada de la verdad.

Coincidencia hermosa cuando los mambises retomaron el machete y a la distancia de 63 años el inolvidable Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara dio cumplimiento a las orientaciones del máximo líder de la Revolución, Fidel Castro, quien más de una vez se refirió a la importancia de la radio.

Las nacientes ondas de Radio Rebelde fueron el clarín que dio comienzo a una nueva etapa para la radio en Cuba. Sesenta años después de aquel acontecimiento, y como recordación, celebramos también el Día del Trabajador de las Comunicaciones, la Informática y la Electrónica.

Tenemos una emisora emblemática heredera directa de aquella fundada en el Oriente cubano. «Radio Rebelde, emisora de la Revolución» son el nombre y el calificativo que la definen con exactitud. Al mismo tiempo toda la Radio Cubana es parte de ese legado revolucionario y combativo desde ayer hasta nuestros días.

Es tiempo de evocar; también lo es de proyectar. Una radio revolucionaria es en primer lugar consecuente con su época, reflejo de ella y catalizadora de las transformaciones que cada momento reclama.

La misión de cada radialista cubano de hoy consiste en continuar esa obra. Si hace 60 años hubo que romper un cerco mediático impuesto por el régimen contra el que se combatía, hoy toca romper el otro, ese que nos llega desde fuera tendente a la homogeneización de la cultura y la enajenación. Y romper otro cerco más, el que a veces sin proponérnoslo tejemos nosotros mismos con los triunfalismos, autocensuras y miedos sin fundamento.

Cuando Fidel y el Che fundaron Radio Rebelde en 1958, él y todos los aguerridos soldados de la Patria corrían el riesgo de perder sus vidas a cada instante.

Aquel peligro no les detuvo en su cruzada redentora; más aún, estimuló su ímpetu creador para vencer todo obstáculo y bajo el ruido ensordecedor de las balas pensar la Cuba que desde entonces ya estaban construyendo; y con ella, su nueva radio.

La Radio Cubana, nuestra Radio Rebelde y fidelista desde Maisí a San Antonio y allí en la Isla de la Juventud, deberá ser cada vez más inmediata, veraz, objetiva, instructiva, educadora, coadyuvante en la formación y fortalecimiento de los valores morales y patrióticos, y difusora del mejor gusto estético cubano y universal.

Una radio revolucionaria es una radio nunca conforme con lo hecho hasta hoy. Es la que desde la celebración no se contenta con el tamboreo festivo y triunfal, sino con la necesaria e impostergable tarea de construir lo que todavía le falta.

Ser radio revolucionaria equivale a ser intransigente, con incuestionable apego a la Patria, a la Revolución, a sus líderes y héroes porque son y serán siempre su razón de ser.

Los nuevos tiempos reclaman el máximo aprovechamiento de las nuevas tecnologías y aplicar los novedosos conceptos que ellas aportanal hacer radial. Significa la necesidad de optimizarlo todo al máximo, no desaprovechar ni la más mínima de las posibilidades a nuestro alcance, haciéndolo con voluntad creativa.

Nos llama este momento histórico a un ejercicio cada vez más serio, responsable, sincero y veraz de la crítica; a una relación estrecha con los públicos externos, de manera que nuestra radio sea más participativa e incluyente.

Que desde los públicos externos se formulen la programación y los contenidos, en primer lugar de las radios locales que deberán siempre corresponderse con los territorios respectivos hacia los que construye sus mensajes.

El actual proceso de actualización económica y social de Cuba es de importancia esencial en nuestra labor. Orientar, indagar, esclarecer, señalar los puntos débiles y ser parte de la democracia socialista que cada vez habrá de fortalecerse más.

La municipalización radial es un proyecto de nuestro Instituto Cubano de Radio y Televisión. Su realización tiende a una mayor socialización de los medios y se alcanzará gradual y progresivamente en la medida que las posibilidades económicas y tecnológicas lo permitan.

En nuestro pueblo hay miles de radialistas potenciales que con toda certeza dignificarán aún más nuestro medio según se haga realidad ese propósito.

Hoy es día para celebrar; también lo es para proyectar. La obra de la Revolución nunca termina porque es intrínseca y consustancial al pueblo, a sus sueños y a sus aspiraciones legítimas.

Es expresión de cultura porque refleja todo un quehacer; es revolucionaria porque su empeño es noble ya que da a conocer lo bueno y señala lo que resta por superar.

Nuestra radio, esa que permanece apegada a la verdad y a lo mejor de nuestra historia; la que cada día escribe también la propia como parte de la nación. Es clarín, llamarada, verdad, pensamiento, proyección, sentido del presente y del futuro. Así es y será nuestra Radio Cubana, por siempre rebelde.

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