Una radio Rebelde: el hechizo de un oficio

Cortinas amarillas. En el portal del teatro Pedro Zaidén, el más grande de Pinar del Río, ubicado en la calle principal de esta ciudad, descansan detrás de unas ventanas de cristal unas cortinas amarillas. Con el color tan vivo, que parecen recién puestas, son las mismas desde la inauguración de ese local como Corresponsalía de Radio Rebelde en Vueltabajo el 17 de diciembre de 1994.

Esas cortinas amarillas fueron una incógnita para mí desde mi niñez, me sorprendían cada vez que pasaba por el frente del teatro. El tono llamativo de la tela y la imagen de un corazón rojo con un pequeño letrero, permanecen en mi recuerdo como símbolo de aquel lugar.

Si bien con el paso de los años los misterios de la infancia obtienen respuesta, para no fue hasta septiembre de 2010 el momento de conocer qué era en realidad aquel sitio. Las puertas blancas escoltadas por las cortinas amarillas abrieron dos mundos: la vida turbulenta dentro de aquellas paredes y la magia de la radio.

Estaba allí para una prueba de locución, como requisito indispensable para hacer radio: conocer la voz a través del micrófono, identificar su color. Inmenso parecía el estudio, con el grueso cristal aislando todo sonido exterior, la mesa redonda llena de papeles, libros y una computadora, esa que en aquel momento no imaginaba como un “almendrón”.

Dentro del silencio ensordecedor de aquellas paredes, la hoja con una nota para la lectura se alargaba con cada repetición sin reparar en toda la historia descrita para Cuba y el mundo desde el interior de las cortinas amarillas.

“¿Quién nos iba a decir que el fundador de Radio Rebelde pasó frente al sitio donde estaría la corresponsalía de la emisora de la Revolución en Pinar del Río, en la misma calle Martí, por donde tantas veces pasó el Che durante los días de la Crisis de Octubre, cuando era jefe militar de la provincia?”, apuntó el historiador de la ciudad Juan Carlos Rodríguez Díaz.

La idea del Comandante Ernesto Che Guevara de usar los medios de comunicación para informar al pueblo de cada acontecimiento en la Sierra, dotó al movimiento revolucionario de una de sus mejores armas el 24 de febrero de 1958 desde un abandonado en Altos de Conrado, cuando emitió:

Fidel Castro ante los micrófonos de Radio Rebelde en la Sierra Maestra“Aquí, Radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, trasmitiendo para toda Cuba, en la banda de 20 metros diariamente a las cinco de la tarde y nueve de la noche, desde nuestro campamento rebelde en las lomas de Oriente. Director: capitán Luis Orlando Rodríguez”. 

“Desde su surgimiento, la credibilidad de la emisora se basó fundamentalmente en la solidez y objetividad de revelar los hechos. Y poco a poco a medida que el tiempo avanzaba RR (Radio Rebelde) se fue convirtiendo en un vehículo movilizador para apoyar las acciones de las fuerzas revolucionarias y al mismo tiempo transmitir la verdad que iba sembrando la esperanza…”, escribió en una de sus investigaciones la periodista de Ivón Albelo.

Homenajear a la emisora por su aniversario de fundación deviene tarea sencilla con solo enumerar sus logros, coberturas periodísticas o el legado a cientos de profesionales de los medio de comunicación; pero sobre el impacto de sus emisiones conversó hace un tiempo el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Antonio Moltó, palabras que perduran por su vigencia.

“Nos acostumbramos todos a contar con  reportes desde las provincias  para Haciendo Radio y esa práctica benefició  después al Noticiero Nacional de Radio, posteriormente al Exclusivo Rebelde y así las provincias ganaron un espacio imprescindible en la programación de la emisora. (…) Esta competencia por buscar el tema y contarlo de la mejor forma posible, hizo que se desarrollara una competencia fraternal entre los corresponsales, hizo de ese sistema de corresponsales uno de los eslabones más sólidos y más creíbles de Radio Rebelde”, enfatizó.

Agregó que una emisora, un  periódico o  una televisora en el cual no se refleje  el país, los temas de mayor impacto en cada rincón de  la Isla o  los problemas de todos los cubanos,  no es un medio nacional.

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