Los programas de facilitación social

En tal marco pueden inscribirse materiales informativos relacionados con muy diversas esferas, aunque la de servicios predomine, lógicamente, por su gran peso. Por tanto es menester que cuando hablemos de la facilitación social pensemos en un macro contenido integrado, además de los servicios clásicos del comercio, la gastronomía, el transporte, etc., también por otros que revisten gran interés para la población.

Digamos que las ofertas y opciones que se brindan en los territorios y que sean de fácil materialización, es contenido lógico de la facilitación. También la ampliación del horizonte informativo de la audiencia en el ámbito social en general.

En este sentido, por ejemplo, no debe ser excluyente la nota que da cuenta de una posible posposición de consulta de un médico especialista, en evitación de molestias y traslados innecesarios de pacientes. También, y como es conocido, existe una práctica muy positiva de emisoras que, enclavadas en zonas montañosas, sirven de transmisoras efectivas entre personas y familias ante la dificultad de una comunicación directa.

Merecen destacarse otros ejemplos más o menos conocidos, mediante la divulgación del estado del tiempo, interrupciones del servicio eléctrico, servicios de transporte (nuevos servicios, cancelaciones etc.), ofertas gastronómicas y del comercio en general, permutas, pérdidas y extravíos (también de personas), anuncios de espectáculos públicos, carteleras de cine, televisión y teatros, nuevos libros a la venta, orientaciones y consejos de la defensa civil ante posibles situaciones emergentes, y muchos otros.

Hay un sinnúmero de temas que pueden ser añadidos, pero resultarían innecesarios cuando se comprende que lo esencial es lograr que el oyente experimente satisfacción del trabajo de su emisora y, por sobre todo, agradecimiento porque ésta haya contribuido a facilitar su vida cotidiana, ofreciéndole vías de solución a sus problemas, dificultades o necesidades personales o familiares.

Estos programas implican una gran carga de gestiones y coordinaciones con los diversos organismos, organizaciones e instituciones, para contribuir a la divulgación de sus intereses y por tanto de la población. Obviamente debe entenderse que por parte de ellos esta tarea constituye una obligación indeclinable e impostergable.

Una cuestión relevante es la credibilidad del oyente ante un mensaje radiofónico. Por esta razón vital debe impedirse a toda costa la transmisión de anuncios u ofertas que en la práctica resulten de muy difícil acceso o materialización, pues ello defraudaría a los oyentes, rebajando el prestigio de nuestro medio, ya que de hecho es un portavoz que supone seguridad, seriedad y responsabilidad.

El espacio se caracteriza por la variedad de secciones y temas que imprescindiblemente cuenten con gran actualidad. Utiliza géneros periodísticos tales como la información, la entrevista, el reportaje y el comentario, aunque no se descarte la crónica por necesidad singularmente justificada. En la propia medida contiene notas de orientación y todas las formas de propaganda directa como la mención, la promoción, el mensaje corto y el jingle.

Toda la información que en este espacio se brinde debe reflejar lo más posible el entorno socioeconómico de cada territorio. Puede incluir secciones que brinden comunicación entre oyentes, dependiendo del director los mensajes y saludos que no lesionen la responsabilidad y funciones del programa y el propio medio. Es posible, igualmente, la transmisión de números musicales, sin que su cantidad resulte excesiva al punto de consumir más tiempo que los materiales informativos. Al respecto es conveniente aclarar lo necesario que resulta que la música sea representativa de gran variedad de géneros, estilos y épocas siempre con el sello de la calidad.

El ritmo, el tono y el trabajo en particular de su conductor debe estar impregnado de un sentido y aliento de familiaridad y máximo acercamiento a los oyentes. El objetivo es que el oyente asuma el programa como algo propio. Ello hace que la locución deba ser fluida, desenfadada y natural, evitando cualquier expresión de vulgaridad; en ese sentido debe tenerse sumo cuidado en no incurrir en la intrascendencia mediante comentarios o diálogos vacíos que nada aportan.

Es un programa que requiere ser transmitido en vivo con el propósito de ganar en naturalidad, amenidad, inmediatez y dinamismo lógico. Además, por su carácter y contenido debe contar con la materialización y rectoría de la redacción informativa de cada emisora.

El seguimiento de la información, en los casos que se justifique, debe ser en este programa, más que una necesidad, una obligación.

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