por En dicho encuentro, la periodista cubana Katiuska Blanco, estudiosa de la vida y obra de Fidel, expresó que la Revolución Cubana es el libro de Fidel sobre la educación.
«En ella cuenta lo hecho y lo expresado, y hay que defenderla y escucharla para que continúe viva en su plenitud y especialmente en su obra educativa, que es como su corazón», acotó Blanco.
Por su parte, la estudiante de Ciencias Pedagógicas Leyanis Burgos reiteró el compromiso de los jóvenes cubanos con el eterno Comandante en Jefe, pues él depositó plena confianza en las nuevas generaciones.
«Todos los jóvenes somos plenamente revolucionarios y seguimos su obra, somos herederos de esta Revolución», señaló.
El ministro venezolano de Educación, Elías Jaua, rememoró el papel de Fidel Castro durante el proceso de alfabetización de Venezuela, que junto al accionar del presidente Hugo Chávez influyó en el bienestar de los sectores sociales más desfavorecidos de esa nación suramericana.
Asimismo, Jaua hizo alusión a la preocupación de Fidel sobre temas como la alimentación mundial y el ahorro energético, ideas que pueden considerarse hoy como parte de su legado.
Por otro lado, el teólogo brasileño Frei Betto destacó la formación espiritual y ética del líder histórico de la Revolución Cubana.
Al respecto, señaló que para entender el ideario de Fidel, hacía falta comprender dos fuentes fundamentales de su formación: José Martí y los jesuitas, quienes influyeron en su formación humana y política.
La presidenta de Honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba, Lesbia Cánovas, se refirió a la Campaña de Alfabetización, de la cual el gran estadista caribeño fue gestor e ideólogo, y que resultó en uno de los logros más significativos de la Revolución Cubana: la declaración de Cuba como territorio libre de analfabetismo. «Los maestros cubanos tenemos el privilegio de contar con el ejemplo de Fidel», concluyó.
Fuente: Prensa Latina.