por «Con la aprobación del proyecto definitivo de la Carta Magna, tendremos la responsabilidad de acudir a las urnas para decidir con el voto de cada uno de los cubanos y en Venezuela también podremos votar», aseguró el diplomático.
El texto fue enriquecido con las opiniones de centenares de miles de ciudadanos del país antillano entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre pasados y de los millares de connacionales que cumplen misiones de trabajo o residen en el extranjero.
Polanco destacó que se trata de una demostración de genuina democracia revolucionaria que desmiente además de forma rotunda a quienes anunciaron apatía para debatir el país que quieren.
La sede diplomática en Caracas se convertirá en un colegio electoral como lo serán casi otros 700 centros en toda Venezuela para que más de 22 mil colaboradores ejerzan su voto en el referendo, precisó el funcionario durante la celebración anticipada por los 60 años de la Revolución cubana.
Durante la consulta popular, más de cinco mil 600 propuestas o planteamientos de modificaciones, adiciones o eliminación y dudas se realizaron por los connacionales en suelo venezolano.
En ese sentido, el embajador calificó de trascendental los intercambios de los colaboradores con consideraciones y opiniones que abarcaron los más disimiles aspectos del texto constitucional, reconoció en septiembre último en declaraciones a Prensa Latina.
Todos los parlamentarios presentes en el segundo período ordinario de sesiones de la IX Legislatura (583 de 602) de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) aprobaron el 22 de diciembre último dicho proyecto, enriquecido tras varias jornadas de debate.
De modo general, el texto ratifica el carácter socialista de Cuba y el papel rector en su sociedad del Partido Comunista. Además establece cambios en la estructura del Estado -como la creación de las figuras del Presidente de la República y del Primer Ministro- y amplía los derechos y las garantías ciudadanas.