por Estados Unidos fue derrotado 10 veces ayer en menos de dos horas en el mayor organismo de Naciones Unidas, y eso representa también la victoria del pueblo cubano en su resistencia y lucha por el levantamiento del bloqueo, señaló la diplomática en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.
No solo fue derrotado en su política de bloquear a Cuba con una abrumadora mayoría de votos (189) a favor del proyecto de resolución que pide el fin de ese cerco económico, comercial y financiero, sino que fracasó en sus intentos por cambiar la esencia y el objetivo de ese documento, detalló.
Según explicó, la representación norteamericana quería permear la resolución con temas que no tienen nada que ver con ella, como asuntos vinculados a los derechos humanos.
Pero igualmente recibió el rechazo de la comunidad internacional que -de una manera diáfana y clara- se opuso a cada una de las ocho enmiendas que presentó la delegación estadounidense y las rechazó todas, añadió.
Esta es una demostración más del aislamiento que tiene la política del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, no solo a nivel regional, porque se vio que no solo los países de América Latina y el Caribe votaron a favor de la resolución cubana, sino a nivel de la comunidad internacional”, expresó.
La embajadora recordó que “el bloqueo es una política obsoleta, anclada en el pasado y en la Guerra Fría, que no tiene ningún apoyo entre los países del mundo”.
También es una política violatoria de la Carta de las Naciones Unidas, del derecho internacional, de la libertad de comercio y de navegación, y de todas las normas establecidas a nivel internacional al respecto, recordó.
Rodríguez subrayó que por su dimensión extraterritorial, el bloqueo no solo afecta a Cuba y tiene un gran impacto en todo el pueblo de la isla, sino también a terceros.
Asimismo, llamó la atención sobre la escalada de la política de hostilidad contra Cuba impulsada por la actual administración norteamericana, que trata de involucrar a la comunidad internacional en esas acciones.
Este es un intento por revertir lo logrado durante el Gobierno anterior de los Estados Unidos: avances basados en el diálogo y la cooperación, que es lo que debe primar en las relaciones entre los Estados, apuntó.
Además, puntualizó la diplomática, es obvio que responden a intereses muy minoritarios que nada tienen que ver con las aspiraciones del pueblo de la isla, del norteamericano y de los cubanos que viven en Estados Unidos y que desean relaciones normales con su país de origen.
Washington ha optado por una línea obsoleta y anclada en el pasado, e intenta manipular y utilizar a las Naciones Unidas en detrimento del multilateralismo, de los principios de la carta de la ONU, y en función de esa política totalmente aislada y obsoleta, denunció.
La votación de la víspera “fue una demostración más de que la comunidad internacional y los pueblos del mundo no se dejarán engañar, y estarán de manera decidida y firme con Cuba en su aspiración de siempre ejercer su derecho a la libre determinación”, indicó.
Para concluir, recalcó que Cuba ejercerá su dependencia como un país soberano más que integra la comunidad internacional y continuará su lucha por la verdad y la justicia.