por Frente a la llama eterna que custodia los restos de 69 soldados soviéticos se colocaron siete ofrendas florales, en nombre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), la Federación Rusa, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, la Asociación de rusos residentes en Cuba, y las Repúblicas de Belarús, Kazajistán y Azerbaiyán.
Mijaíl Kamynin, embajador de la Federación Rusa en La Haban, al intervenir en la ceremonia, afirmó que el día que recuerda la derrota del fascismo en 1945 -en la cual fue clave la lucha de la Unión Soviética- es un esfuerzo para no olvidar las lecciones de la historia.
No fue una victoria fácil, su costo fue enorme, más de 28 millones de soviéticos perecieron en aquellos horrorosos años, en los que se libró la Gran Guerra Patria, que duró mil 418 días, dijo.
Señaló que la efeméride se celebra en condiciones internacionales convulsas, en las que otra vez hay que luchar por la paz.
Solamente uniendo esfuerzos se puede vencer los retos contemporáneos que se le imponen a la humanidad, ahora que somos testigos de cómo determinadas fuerzas políticas usan la fuerza y violan el Derecho Internacional y los principios de soberanía y no intervención en los asuntos internos, afirmó.
Honró a los cubanos que lucharon en las filas del ejército rojo, y a todos los que contribuyeron a la victoria, cuyos nombres –dijo- ya están escritos con letra de oro en la historia universal.
En el solemne acto participaron el General de Cuerpo de Ejército Joaquín Quintas Solá, viceministro de las FAR, y una amplia representación de los pueblos que integraban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, así como también integrantes del cuerpo diplomático acreditado en la Isla.
Fuente. Prensa Latina, ACN